Vivimos en un mundo en constante y rápido cambio. Los intereses y las demandas de la sociedad, en general, cambian constantemente y por lo tanto, los intereses y demandas del alumnado también.
Actualmente, los niños y niñas viven inmersos en un mundo lleno de luces, estímulos, juegos en pantallas, videos con mucho movimiento… y llegan al colegio, donde tienen que estar sentados, atendiendo y aprendiendo a memorizar y realizar múltiples tareas o deberes, sin aburrirse, distraerse, moverse... todo lo contrario a lo que le gustaría.
Ya Piaget argumentaba y defendía que la inteligencia y el aprendizaje tienen su origen en la acción, es decir, la base del aprendizaje es la acción, la manipulación, el movimiento. Del mismo modo, hablaba Vygotski sobre la relevancia que tiene el trabajo en grupo, trabajo colaborativo para el aprendizaje significativo, puesto que lo que se aprende de forma grupal, a continuación, el niño/a podrá realizarlo de forma independiente. En definitiva, ambos defienden el rol activo por parte del alumnado, característica primordial en todas las metodologías activas, las cuales son esenciales y necesarias en la escuela de hoy, en los niños/as de hoy.
En nuestros días, nos encontramos, niños y niñas que juegan en casa con tecnologías (móvil, Tablet, videoconsola…) y se pierden, en cierta mediad el lado social, el contacto humano y físico, ¿Por qué no aprovechar la escuela para ello? Si dejamos y continuamos con lo que tradicionalmente se ha hecho, y dejamos que el alumnado vaya a clase para escuchar (si aguanta) y quedarse sentado… ¿Dónde dejamos las emociones, habilidades sociales y resto de cosas que verdaderamente interesan a los alumnos/as?
El Aprendizaje basado en proyectos (ABP), es una de las metodologías activas más conocidas y exitosas dentro de la educación. Una de las principales características del Aprendizaje Basado en Proyectos es el principio básico del que parte, puesto que el proyecto o la idea base nace de la motivación del alumnado, de su interés por lo tanto, el alumnado va a trabajar sobre algo que ha decidido él, no en algo que le imponen. Blanca Aguilera afirma en unas de sus publicaciones que “(…) aprenderán bien sólo lo que realmente sientan deseos de aprender.” Por lo tanto, se puede decir que ABP es una metodología tan interesante y exitosa de cara a nuestra sociedad y sus cambios porque tiene en cuenta las decisiones del alumnado y son los principales protagonistas de su aprendizaje.
