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La sala Snoezelen para la estimulación sensorial

Juan Garcia

Publicado el 04/10/2018 17:10

La estimulación sensorial  es una técnica que utiliza la entrada de información en el sistema nervioso a través de los sentidos para lograr así desarrollar las sensaciones y las percepciones. En los últimos años son muchos los estudios que han demostrado que un fomento de los estímulos sensoriales beneficia el desarrollo del pensamiento, la inteligencia y el lenguaje.

Los talleres que se llevan a cabo con la estimulación sensorial puede llevarse a cabo por separado, estimulando de esta forma únicamente un sentido como puede ser el tacto, el gusto, la vista, etc., o de manera combinada en la que se desarrollarán más de una o todas en una misma sesión, lo que conocemos como estimulación multisensorial.

El espacio ideal para llevar a cabo los talleres y las sesiones de estimulación sensorial son las conocidas como Salas Snoezelen, el cual está destinado a favorecer distintas experiencias dentro de un entorno controlado. Dependiendo de las herramientas con las que contemos podemos diferenciar entre distintas salas para buscar distintas experiencias: relajación, concentración, exploración, etc.

La palabra Snoezelen es la contracción de dos palabras holandesas, de donde es originaria esta idea. Por un lado tenemos la palabra “snueffelen” que es oler y por otro “doezelen” que es dormitar, y que juntas describen este enfoque mezclando la relajación y la estimulación multisensorial. Esto hace que cada persona que entre al Snoezelen  puedan ir a su ritmo sin que nadie los presione, creando un ambiente de confianza y juego a la vez de seguridad.

En la mayoría de ocasiones, las clases de Snoezelen están destinadas a personas con algún tipo de problema en su desarrollo, ya sea a nivel físico como psicológico. Estas sesiones les ayudarán a desarrollarse individualmente y a mostrar sus competencias gracias a la ausencia de tensión y a la seguridad y la confianza que les van a aportar los monitores de Snoezelen.

Los elementos que se utilizaran en la sala Snoezelen se clasifican dependiendo del sistema sensorial que se desee estimular:

Elementos visuales: Son los que tienen más importancia para favorecer la relajación. Podemos utilizar columnas de burbujas, luces de colores, haz de fibra óptica, etc. Aunque también podemos utilizar juegos de construcción, piezas encajables e incluso fotografía de familiares.

Elementos auditivos: Si lo que vamos a utilizar es la voz, debe ser suave y calmada, aunque también podemos utilizar sonidos simples como el que por ejemplo emite una campanilla o un cascabel, y dependiendo de la actividad a realizar podemos incluir sonidos más complejos como melodías o canciones. Una buena idea es trabajar con ellos con elementos que hagan ruido al manipularlos como una pandereta o un plástico de burbujas.

Elementos táctiles: Aquí se pueden jugar con elementos que produzcan diferentes sensaciones táctiles como un cuaderno con diferentes texturas o bien con objetos con diferentes texturas como esponjas o algodón.

Elementos gustativos y olfatorios: Aquí podremos utilizar diferentes frascos con gustos básicos, como dulce o amargo o con olores simples, aunque también podemos hacernos valer de distintos alimentos.

Como vemos, el espacio Snoezelen es entendido como una sala que está especialmente adaptada con material que se encuentra técnicamente preparado para proporcionar experiencias sensoriales diversas en aquellas personas que lo necesiten.

Como hemos dicho con anterioridad, el uso de este tipo de salas se utilizó para personas con algún tipo de discapacidad, aunque en los últimos años se ha comenzado a trabajar también con personas mayores, sobre todo cuando desarrollan algún tipo de enfermedad similar al Alzheimer.

El trabajo de estimulación sensorial se puede llevar a cabo con medios muy sencillos y con espacios muy variados, pudiéndolo adaptar a las necesidades de cada uno de los pacientes con los que vayamos a trabajar.  

Según Kwok (2003), las funciones que se pueden promover en un espacio Snoezelen son:

- Relajación.

- Desarrollo de la confianza en uno mismo.

- Autocontrol.

- Incentivar la exploración y capacidades creativas.

- Establecer una buena comunicación.

- Proporcionar sensación de bienestar y ocio.

- Promover la capacidad de elección.

- Aumentar el tiempo de atención y concentración.

- Reducir cambios y alteraciones conductuales.

Desde los años 70 se lleva desarrollando toda la idea de Snoezelen así como analizando sus ventajas sobre los pacientes que lo practican de una manera adecuada con sus terapeutas, pero a España no llegó  hasta el año 2000. Poco a poco año tras año se han ido ampliando los servicios y variando las aplicaciones que pueden dar de sí esta forma de trabajar, teniendo siempre en cuenta al paciencia y siendo el terapeuta un mero facilitador de los elementos y de las actividades que se van a llevar a cabo en dicha sala.

Por lo tanto, el espacio Snoezelen es el espacio ideal para lograr unos objetivos determinados e individualizados adaptados al perfil sensorial de cada persona, favoreciendo además la aparición de conductas adaptadas.

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