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Beneficios del aprendizaje cooperativo en el aula de música de secundaria

Estefanía García Santar

Publicado el 17/10/2018 11:10

¿Qué es?

El aprendizaje cooperativo se puede definir, a grandes rasgos, como aquel aprendizaje que resulta de la interacción social entre los estudiantes al realizar tareas específicamente programadas por el docente y en el que se da cooperación de manera igualitaria entre los miembros del grupo.

El aprendizaje cooperativo es una metodología educativa en la que se asume que el alumno es parte activa en su propio proceso de aprendizaje y trabaja de manera cooperativa con los miembros de su grupo para conseguir objetivos comunes y conseguir resultados satisfactorios, tanto para sí mismos como para el resto del equipo (Slavin y Johnson, 1999; Johnson et al, 1999). En el caso de ser aplicado en la etapa de educación secundaria, uno de los objetivos es el de proporcionar a los alumnos la oportunidad de enseñar a sus iguales, algo que puede facilitar el aprendizaje, dado que comparten experiencias parecidas y recientes, y su capacidad de comprensión de sus dificultades será mayor. Se trata de un proceso en el que pueden desarrollar ciertas habilidades pedagógicas, antes solo asumidas por el docente, es decir, los alumnos no solo aprenden de sus propios compañeros gracias a las diferencias entre las competencias que presenten, sino que aprenden también por el mismo proceso de enseñar a otros. (Durán, 2017).

Beneficios del aprendizaje cooperativo (Navarro, 2007; Díaz Aguado, 1994).

  • Mejora el aprendizaje.
  • Se desarrollan habilidades socio-emocionales.
  • Favorece la inclusión social.
  • Sirve como vía para educar en la diversidad y la tolerancia.

¿Por qué en educación músical?

Esta metodología pedagógica también puede ponerse al servicio del aprendizaje de la música tal y como demostraron algunos estudios realizados en centros de enseñanza secundaria (Lobato, 1997; Johnson, 2015; Amedu y Gudi, 2017), en universidades (León del Barco et al., 2014; Martín y Neuman, 2009) o en conservatorios de música (Vidal et al., 2010; Borrás y Gómez, 2010). Todos estos estudios ponen de manifiesto los beneficios que aporta la metodología pedagógica de aprendizaje cooperativo frente a otras de carácter más tradicional, haciendo hincapié en los resultados positivos relacionados con un aprendizaje más activo y motivador donde la responsabilidad recae en mayor medida en el alumno, una mayor conciencia de su propio proceso de aprendizaje y autorreflexión de los contenidos, el desarrollo de habilidades de carácter social (que ayudan a la integración social) y el desarrollo de habilidades como la toma de decisiones y la búsqueda de soluciones a problemas. Todo ello incluido en un trabajo cooperativo que sucede entre iguales y que incrementa el desarrollo de sus competencias musicales.

Trabajar en equipo de forma cooperativa, es decir, conjuntamente con otras personas para alcanzar un objetivo común y conseguir unos resultados beneficiosos tanto para uno mismo como para el resto del grupo al que se pertenece, requiere habilidades concretas que pueden ser aprendidas con este tipo de metodología grupal. Saber cooperar, es algo positivamente valorado de manera general y especialmente requerido en el mundo laboral. Según Domingo (2008), en la mayoría de las organizaciones se trabaja en equipo obligatoriamente, no es una opción y algunas compañías dedican recursos en formar a sus empleados ya que observan que muchos no presentan suficientes capacidades para la interacción y colaboración entre sus compañeros, lo que provoca una tendencia al trabajo individualista que atiende solo a los logros personales, y conlleva a la competitividad, e incluso a la desmotivación por pérdida de sentido del trabajo que se realiza. Es por esto, que la metodología de aprendizaje cooperativo y su desarrollo cobra sentido en las aulas de secundaria.

A pesar de que en muchos casos la educación musical formal se realiza en grupos, no es habitual utilizar el aprendizaje entre iguales, entre los alumnos y alumnas (Durán, 2017). Y aunque es verdad que en muchos contextos musicales se trabaja de forma cooperativa con identidad de equipo para alcanzar un objetivo común, que sería la correcta interpretación de la música, como por ejemplo, en una orquesta sinfónica o un coro, la exigencia de habilidades cooperativas en los miembros de ese tipo de grupo para alcanzar el éxito, es anterior a la actividad que se realiza.

El aprendizaje de habilidades cooperativas en música muchas veces puede ser un efecto colateral, pero no su objetivo primordial. Así pues, puede parecer necesario que en la asignatura de música de secundaria, además de la actividad musical en grupo, que puede o no aportar a los alumnos recursos para trabajar de manera social, se desarrolle un modelo definido de aprendizaje cooperativo que desde un principio, se centre en enseñar esas habilidades sociales concretas además de los contenidos pertinentes.

Una muestra

Se realizó una investigación en un tipo de aula en el que:

1. La metodología aplicada habitualmente en el aula tiene es de carácter pasivo, individualista y competitivo.

2. Se observa poco interés y participación en el alumnado.

3. Es un aula multicultural y poco cohesionada.

Se dividió al alumnado de tres cursos de 2º de la E.S.O. en grupos de cuatro estudiantes y se impartió una unidad didáctica perteneciente a la asignatura de música durante varias sesiones, que fue diseñada con metodología de aprendizaje cooperativo. La característica clave fue la asignación de roles en el equipo (coordinador/a, secretario/a, animador/a y portavoz) con el objetivo de incrementar la responsabilidad individual dentro del equipo, crear dependencia entre sus miembros y desarrollar diferentes habilidades sociales asociadas a las funciones de cada rol. Se evaluó todo el proceso a través de observaciones y cuestionarios realizados por el alumnado, antes y después de la intervención.

¿Cuáles fueron los resultados?

  • Aumentó la participación de los estudiantes.
  • Facilitó la interacción del alumnado más tímido o con dificultades en el idioma.
  • Favoreció que el reparto de trabajo fuera equitativo dentro del grupo.
  • La percepción del alumnado cambió. Opinaron que aprendían más y mejor trabajando cooperativamente.
  •  

Conclusiones

La cooperación como método de enseñanza permite añadir un extra en el aprendizaje de contenidos y quizá alcanzar el ideal de aula para cualquier docente. Un aula cohesionada, con un alumnado que trabaja de forma activa y más autónoma y que es capaz de ser solidario y tolerante con respecto al aprendizaje de los demás. Aspectos que difícilmente se desarrollarían con metodologías educativas individualizadas.

Referencias bibliográficas

Amedu, O. I. y Gudi, K. C. (2017). Attitude of students towards cooperative learning in some selected secondary schools in Nasarawa State. Journal of Education and Practice, 8(10), 29-34.

Borrás, F. y Gómez, I. (2010). Dos experiencias de aprendizaje cooperativo: clase de instrumento y conjunto instrumental. Eufonía Didáctica de la Música, 50, 109-120.

Díaz Aguado, M. J. y Andrés, M. T. (1997). Educación intercultural y aprendizaje cooperativo en contextos heterogéneos. Madrid: CIDE. Recuperado de www.educatolerancia.com.

Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246.

Duran, D. (2017). Aprendizaje entre iguales en música: cooperación y tutoría entre alumnos. Eufonía: Didáctica de la música, 72, 7-12.

Johnson, D.W., Johnson, R. T. y Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Ed. Paidós. Buenos Aires.

Johnson, E. (2015). Peer-Teaching in the secondary music ensemble. Journal of Education and Training Studies, 3(5), 35-42.

León del Barco, B. (2006). Elementos mediadores en la eficacia del aprendizaje cooperativo: Entrenamiento previo en habilidades sociales y dinámica de grupos. Anales de psicología, 22(1), 105-112.

Lobato Fraile, C. (1997). Hacia una comprensión del aprendizaje cooperativo. Revista de psicodidáctica, 4, 59-76.

Martín, C. y Neuman, V. (2009). Creatividad y aprendizaje cooperativo en la formación musical del alumnado universitario de la Titulación de Educación Infantil. Creatividad y Sociedad, 13, 154-171.

Navarro, L. P. (2007). El aprendizaje cooperativo. Ed. PPC. Madrid.

Slavin, R. E. y Johnson, R. T. (1999). Aprendizaje cooperativo: teoría, investigación y práctica. Ed. Aique. Buenos Aires.

Vidal, J., Duran, D. y Vilar, M. (2010). Aprendizaje musical con métodos de aprendizaje cooperative. Cultura y Educación,22(3), 363-378.

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