La docencia es una profesión maravillosa que día a día se enfrenta a nuevos retos. Actualmente demandamos a la educación pública no solo que forme al alumnado sino que sea la institución responsable de la educación. Pero no podemos olvidar que la educación debe darse tanto dentro como fuera de la escuela. Como explica Eisner (2002) “nuestra tarea es, en parte, alimentar la conversación para crear una visión colectiva de la educación”.

No podemos negar que existe una necesidad de reafirmar la función educativa de la escuela. Pero la escuela no es el único contexto de educación, ni sus profesores y profesoras son los únicos agentes de educación. La familia tiene un papel relevante en la educación de los hijos que no puede, ni debe ser sustituida por ningún otro agente de la educación. 

Los cambios que se están proponiendo para la educación de nuestro alumnado son solo a nivel de currículum, esto es un error ya que es necesario que se trabajen a nivel de comunidad. La sociedad de la comunicación en la que estamos inmersos, las redes sociales y los medios de comunicación influyen poderosamente en la educación de los niños y jóvenes, esta situación plantea un nuevo reto a la comunidad educativa que debe afrontar.

Se habla de una situación de coyuntura, donde determinamos factores y circunstancias están dejando el papel de la educación en manos de la escuela. Es necesario crear una acción conjunta entre la escuela y la comunidad en la que se vive y educa.  Cada vez conocemos más casos de docentes que se sienten desmoralizados con su trabajo, esto puede ser debido a una sensación de aislamiento de la función de educación y a la falta de vínculos entre los agentes educativos. Los cambios en la sociedad y la dificultad de conciliación de la vida laboral con la familiar, hace que en muchas ocasiones las familias se vean obligadas a delegar sus funciones en la educación de sus hijos/as. Como expone Sánchez, C. (2008):

Los cambios en la familia durante los últimos 40 años, han sido los más profundos y convulsivos de los últimos 20 siglos. La Familia tradicional ha cambiado. Aparecen hoy un gran número de modelos que alteran los parámetros con los que se entendía la vida familiar. Estos cambios afectan a todo el sistema familiar. 

Como bien es sabido la primera socialización se da en la familia, los padres y las madres son los modelos morales de los hijos e hijas, estos les trasmiten no solo unos valores, también unas actitudes, unas normas, un sentido de la responsabilidad, etc. Todo ello es clave para el desarrollo tanto personal como social.

Entre los distintos expertos de educación está corriendo un discurso de necesidad de cambio donde quede reflejada la necesidad de implicación de las familias. Pero a nivel de centro debemos dar respuesta a esta necesidad de corresponsabilidad en la educación del alumnado.  Existen numerosas App y webs que fomentan la comunicación del profesorado con las familias, aunque no se deben sustituir las reuniones personales con los padres, sí que es importante que nos adaptemos a los nuevos cambios y ritmos sociales. A continuación se exponen distintas App a modo de ejemplo: 

• Additio App: Se trata de una aplicación gratuita para Android e iOS que conecta a los centros con las familias de los alumnos. 
• ApliAula: este sistema de gestión cuenta con una función de mensajería interna por ello podemos enviar mensajes a los padres, concertar tutorías, etc. 
• DocCF 3.0: Gracias a esta aplicación las familias pueden tener una  gestión sobre la educación de sus hijos y comprobar sus tareas, calificaciones etc.

Estas app como indicábamos no pueden sustituir las reuniones presenciales pero si facilitan una comunicación activa entre los docentes y las familias, son una buena opción para fomentar la participación activa de las familias e implicarlas en la vida del centro.