Este domingo 9 es el Día Internacional de la Radio y la Televisión a favor de la Infancia. Actualmente se habla mucho de la educación que se da en las escuelas o de la educación que debe aportar las familias, pero no se tiene en cuenta a otros agentes educativos tan importantes como los medios de comunicación. Este tipo de educación informal debería de estar en el punto de mira ya que los menores pasan gran parte de su tiempo libre disfrutando del entretenimiento que ofrecen los medios de comunicación.

Los niños aprenden también a través de la imitación, por ello numerosos expertos en educación promueven que los padres tengan hábitos de vida positivos para sus hijos, es decir, que sean los primeros en hacer aquello que deseen que sus hijos hagan, un sencillo ejemplo sería, en vez de decirles que deben leer, destinar un tiempo que tengan con ellos a la lectura.

 
Por todo ello Ferrerós (2005), afirma que la personalidad de los niños se construye en buena medida a través de procesos de imitación e identificación y que la televisión ejerce una función de orientación y modelaje, por lo que puede ser un poderoso instrumento de enseñanza del que asimilar conceptos e ideas que entran por los sentidos de forma fácil y rápida. Si se tiene en cuenta la facilidad de los niños para imaginar, y que su capacidad para entender lo que están viendo en la pequeña pantalla y para distinguir la realidad de la ficción se encuentra aún en proceso de desarrollo, es innegable que pueden considerarse un sector especialmente desprotegido ante las pantallas. Hoy nadie discute la trascendencia social y cultural de la televisión como «uno de los elementos de la sociedad actual que tiene un papel más preponderante en los cambios conductuales infantiles y juveniles».

Pero además hay que añadir que no solo les influye la televisión, también las redes sociales, los videojuegos, la publicidad, todos ellos tienen una influencia muy poderosa en la personalidad de nuestros menores ya que les están mostrando modelos comportamentales, así como están enseñando modelos de consumo, etc. Vamos a destacar las dos áreas problemáticas principales que deberían trabajarse de forma conjunta desde la escuela y las familias: 

• Consumo de violencia: En estos medios existen numerosas escenas de reiterada violencia en horarios infantiles, es más, dibujos marcados para menores de 12 años están cargados de escenas violentas que afectan al desarrollo correcto de las emociones de los más pequeños. Es importante que las familias conozcan los programas que ven sus hijos, pero nuestra acción como educadores no solo puede ser la controlar, también tenemos que educar en un consumo responsable y crítico de entretenimiento y esto solo es posible si se trabaja en acción conjunta desde la escuela y la familia. 
• Consumismo: La publicidad está presente en muchos ámbitos de nuestra vida, tanto  en la televisión, en internet, en la radio, en el cine, y en general por toda la ciudad. Mucha de esta publicidad va dirigida precisamente a los menores, les crean desde pequeños la necesidad de tener algo, y además suelen utilizar como reclamo en estos anuncios referentes suyos muy importantes, ya sean personas reales o dibujos animados. Esta necesidad creada afecta tanto al estilo de consumo, como al valor de las cosas, los niños no suelen darle valor a las cosas y empiezan a exigir a sus padres el que satisfagan sus necesidades materiales, empezando a sentir frustración sino lo consiguen. Crear pequeñas dinámicas tanto a nivel de familia como de aula, donde los niños tengan que contar el dinero, saber el precio de las cosas, e incluso que tengan un papel activo, por ejemplo en ciertas compras de la casa. Estas dinámicas fomentarán que entiendan realmente que no todo se puede tener, que las cosas tienen un precio y que para conseguirlo hay que dedicar tu tiempo a trabajar. También podemos disfrutar de estos medios de forma educativa, visualizando películas y contenido educativo como es el caso de la Lorax que les enseña como el abuso de consumo puede afectar a nivel personal y tener repercusiones en el medio ambiente. 

Como padres y educadores debemos luchar por conseguir que en el horario infantil se muestre contenido que sea adecuado para nuestros pequeños, pero además tenemos que concienciarlos y facilitarles las herramientas necesarias para que se conviertan en ciudadanos críticos y responsables del contenido que ven.  

Si deseas más información te recomendamos leer el artículo sobre “La educación informal de los medios de comunicación y la protección de los menores de la violencia en televisión: historias de un fracaso”. Liceras Ruiz, Á. (2014)