El currículo escolar, o currículum, es una perspectiva global e integradora de la enseñanza que se formaliza en propuestas de diseño y pautas para su desarrollo, su evaluación y su mejora y se concreta en todo el conjunto de actividades que van completando, curso a curso, la experiencia escolar de los alumnos. 

La LOE define el currículo como el conjunto de objetivos, competencias, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación en cada una de las enseñanzas reguladas.

Las competencias se pueden definir como las capacidades de responder a demandas complejas y lleva a cabo tareas diversas de forma adecuada. Supone conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones, entre otros componentes sociales y de comportamiento, que interactúan para lograr una acción eficaz.

Las competencias que se exponen en la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa, expone siete competencias clave:

La Orden ECD/65/2015, de 21 de enero,  por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato, reagrupa las siete competencias de la LOMCE,  en las categorías de básicas o disciplinares y transversales:

• Básicas o disciplinares 
• Lingüística 
• Matemática, ciencia y tecnología 
• Transversales 
• Competencia digital. 
• Aprender a aprender.
• Sociales y cívicas.
• Iniciativa y emprendimiento.
• Conciencia y expresión cultural.

Las competencias clave deben estar estrechamente vinculadas a los objetivos definidos para la Educación Secundaria Obligatoria y el Bachillerato.  Para poder evaluar esta relación entre los objetivos y las competencias será necesario establecer una serie de estrategias, con las que poder comprobar que el alumnado ha alcanzado las actitudes y los valores esperados. Así como apartados como los contenidos o las metodologías deberán asegurar que se llegue a las competencias clave. 

Como comentábamos con anterioridad se deberán diseñar unos criterios de evaluación para identificar que sabe y que sabe hacer el alumnado. Es importante tener en cuenta que estos criterios de evaluación se desglosan en estándares de aprendizaje que tienen que ser evaluables. La principal función de los estándares de aprendizaje evaluables es el de exponer que competencia se relacionan con cada materia. 

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