Hoy en día, la música es un elemento muy importante en nuestras vidas, tanto, que de forma rutinaria solemos utilizar este recurso como un componente esencial en nuestro día a día. Su gran diversidad en cuanto a gustos musicales se refiere, da pie a un sin fin de respuestas de elección. En muchas ocasiones, la música es un elemento clave de expresión, es decir, a través de ella expresamos las emociones y por lo tanto son un gran recurso emocional para el individuo.
Ahora bien, ¿Es posible que el uso de esta herramienta, sea beneficioso para los niños? Se ha demostrado año tras año, que el uso tanto de escucha activa como de práctica musical (instrumento musical) no solo es beneficioso para la salud mental de los sujetos, sino que a su vez, mejora el aprendizaje de los más pequeños. Aprender a tocar un instrumento musical puede llegar a mejorar la atención de los alumnos, beneficiándose de una buena capacidad para concentrarse.
Pero, ¿Cuáles son los verdaderos beneficios que puede aportar la música a los niños? A continuación, repasamos algunas utilidades:
• Estimula la inteligencia
• Es una herramienta muy útil de expresión tanto corporal como emocional
• La escucha activa musical fortalece el lenguaje y el vocabulario, mejorando además el sentido auditivo.
• Les hace más sociables, ya que a través de ella los niños interactúan entre sí.
• Desarrolla la creatividad y estimula la imaginación infantil, ya que la música estimula el área derecha del cerebro, mejorando la actividad artística.
• Estimula los sentidos, el desarrollo muscular y el equilibrio, ya que se combina con el baile.
• Puede utilizarse como herramienta para adquirir un aprendizaje emocional en los niños.
Como se ha podido apreciar música y aprendizaje son dos elementos conectados, su uso conjunto provoca que el alumno no solo mejore en diversos ámbitos personales de su vida, sino que además les ayude a potenciar su inteligencia y con ello, su ritmo de aprendizaje. En este sentido, algunos autores como Casas, María Victoria (2001) reivindican su utilidad aportando que “El trabajo o práctica musical contribuye a la autoestima física del niño al valorar sus destrezas. En cuanto a la autoestima afectiva, le permite actuar más seguro de sí mismo, ser más alegre, independiente, aceptar desafíos y al reconocer su valor personal, además puede ser más tolerante frente a sus limitaciones y frustraciones”. En este sentido, apreciar su gran utilidad, debería convertirse para muchos padres en tarea esencial, ya que potencia el desarrollo de sus hijos.
Con todo esto, quisiera terminar este artículo con la idea en mente de que la música es un elemento clave, es imprescindible y cuenta con muchos puntos a favor para ser considerada como una de las herramientas más beneficiosas tanto a nivel personal del sujeto, como a nivel educacional. Por ello, animo a que toda persona la utilice y, si es en etapas tan importantes como la infancia más aún. La música es ese pedacito de vida que en muchas ocasiones te arrastra incondicionalmente a ser feliz.
