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Modalidades de contratación para jóvenes

Paula Vivas Cano

Publicado el 03/12/2019 12:12

Hoy en día es necesario y relevante conocer qué es un contrato de trabajo y qué modalidades existen, es decir, qué tipos de contrato de empleo se pueden ofrecer. Esta información nos orientará y nos guiará para empezar a desarrollar nuestra carrera profesional y también para ver qué tipo de contrato es más conveniente en cada caso para una empresa. Un contrato de trabajo es un acuerdo entre empresario y trabajador por el que éste último se obliga, de forma voluntaria, a prestar determinados servicios por cuenta del empresario y bajo su dirección, a cambio de una remuneración o sueldo.

Las modalidades de contratación están reguladas, en nuestro país, a través del Estatuto de los Trabajadores. Estas son las siguientes:

CONTRATO INDEFINIDO
El contrato indefinido no establece un límite de tiempo o una finalización en la prestación de los servicios profesionales en cuanto a la duración del contrato. Puede ser a jornada completa, a jornada parcial o en modo fijo discontinuo.

Este tipo de contratación podrá ser oral o escrito y es recomendable para trabajadores que han demostrado su valía y su valor durante varios meses en algún sector. De este modo se les garantiza cierta seguridad y la esperanza de conseguir más confianza en su talento.

CONTRATO TEMPORAL
El contrato temporal establece una relación laboral entre trabajador y empresario por un tiempo determinado, es decir, con una finalización establecida, para la prestación de servicios. Este puede realizarse a jornada completa o parcial. La duración máxima para este tipo de contratos es de tres años. Se debe formalizar por escrito, y podrá ser verbal cuando la duración del mismo sea inferior a cuatro semanas y la jornada completa.

Es importante saber que no se pueden encadenar contratos temporales durante más de 24 meses consecutivos o en un plazo máximo de 30 meses. Si esto pasa, es obligatorio cambiar a la modalidad de contrato indefinido.

Este tipo de contrato puede ser interesante a la hora de tener picos de actividad localizados en determinadas épocas del año y cuando no se conoce bien el desempeño del trabajador. Suele ser habitual en la industria de la hostelería y el turismo.

CONTRATO EN PRÁCTICAS
El contrato en prácticas está limitado al tiempo necesario para que un nuevo trabajador adquiera las habilidades necesarias para su profesión. Para acceder a esta modalidad hace falta ser titulado universitario o de ciclos formativos (tanto grado medio como grado superior) que no hayan adquirido el título un máximo de 5 años antes o de 7 en el caso de personas con diversidad funcional. En cuanto a la duración del contrato, debe tener una duración mínima de 6 meses y máxima de 2 años.

Este tipo de contrato es una buena opción para rejuvenecer la plantilla e, incluso, para encontrar talento, y es muy habitual en oficinas.

CONTRATO PARA LA FORMACIÓN Y EL APRENDIZAJE
El contrato para la formación y el aprendizaje se puede definir como un instrumento cuyo objetivo es favorecer la inserción laboral y la formación de las personas jóvenes. Puede cumplir la función del contrato en prácticas en aquellas personas que no tienen la suficiente cualificación. Este contrato está pensando para personas de entre 16 y 25 años, aunque también se puede hacer para mayores de 45. Tiene una duración de entre 6 meses y 3 años, y una vez finalizado este tiempo, el contrato se vuelve indefinido.

Este tipo de contrato es interesante si se buscan nuevos trabajadores con recorrido en la empresa que aprendan a utilizar su metodología y, además, está orientado al aprendizaje de trabajos de poca cualificación.

Tener conocimiento de las diferentes modalidades de contratación es muy importante tanto a la hora de buscar trabajo como a la hora de contratar nuevos trabajadores para la empresa.
 

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