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Orientar en la cultura digital

Noemi Santana Suárez

Publicado el 28/03/2020 11:03

Decir que todo educador/a influye en el desarrollo global de cada estudiante, no es una exageración. Si hacemos un poco de memoria seguro que recordamos al profe hueso, al simpático, al que nos ayudó o al que nos lo puso más difícil, y no solo en el plan académico.

En la sociedad actual, donde los cambios son continuos, la orientación educativa y académica es fundamental, inherente al proceso educativo, porque solo a través de ella se atenderá a las necesidades y características particulares de cada alumno o alumna. La orientación busca el máximo desarrollo de las capacidades del alumnado, su desarrollo integral y su integración social, todo ello, dentro de una sociedad cambiante que ha ocasionado la continua reflexión y adecuación del Sistema Educativo.

Dentro de la orientación, el asesoramiento es fundamental para poder ayudar o guiar al alumnado a conseguir sus aspiraciones o ambiciones, siempre que sean realizables. Para ello el proceso constructivo-cognitivo es fundamental, donde el asesor/a será un/a guía, no quien trace el camino a recorrer quitando responsabilidad al asesorado/a. Para ello el modelo de programas, a través del cual el alumnado, de forma individual analiza su situación, establece los objetivos a conseguir, las estrategias para conseguirlo y una evaluación de lo conseguido, se ve como el método más adecuado para una orientación que va más allá de conocer que estudios debo realizar. Aprender esta técnica podrá ayudar al alumnado, no sólo en su vida académica, sino también en su vida personal.

En una sociedad invadida por la tecnología, las redes sociales y las modas, cobra especial importancia este asesoramiento porque ayudará a analizar la realidad particular de cada estudiante para así crear, a través de distintas estrategias, trayectorias que permitan obtener un desarrollo integral del alumnado que le permita tener una vida laboral y personal de forma autónoma. Todo ello alejados de ideas creadas por una cultura que potencia la importancia de un físico, de una instagramer o un youtuber. Un asesoramiento que ayuda y enseñe a crear pensamiento crítico y propio que frene las ideas de ser “Kardashian” o “elrubius”, aterrizando en la realidad, enseñando un proceso de toma de decisiones que permita una madurez vocacional y personal. Para ello, el/la asesor/a debe entablar una relación con el/la asesorado/a de confianza, que permita tener conversaciones y acciones como establecer un plan de acción para poder conseguir los objetivos planteados, previamente analizados.

Con todo ello queda claro que asesorar es un proceso flexible, abierto, continuo y sistemático, que además debe estar en una evaluación constante porque las personas que se enfrentan a la toma de decisión tienen que ir siendo consciente que supondrá un cambio, que puede ser más o menos difícil, que supondrá un esfuerzo y compromiso, además de tener que romper con partes de la vida conocida. Por otro lado, supone analizar la realidad personal, familiar, nivel socio-económico, etc.…A todo esto, le podríamos añadir que tiene especial importancia  transformar a un estudiante en un ser crítico que analiza las informaciones y tiene la capacidad de buscar información, evitando así que se conforme con la primero que le llegue. Toda esta lluvia de informaciones que llegan o se pueden obtener con mucha facilidad y desde cualquier lugar, hace que el/la orientador/a tenga que dominar aspectos tecnológicos que le obligan a estar en una formación constante, no solo en aspectos educativos, sino tecnológicos y sociales que pueden mover al estudiante hacia trayectorias e intereses no convencionales.

El proceso de orientar debe considerar a las emociones como una parte esencial de todo el proceso de asesoramiento puesto que, ellas influencian a todas las personas, pudiendo afectar a la forma en la que se toman decisiones. Para trabajar este aspecto se debe conocer el “mundo interior” del estudiante y por qué o quién está influenciado. Sabemos que los principales agentes que pueden influir, al menos hasta la llegada de las redes sociales, son los familiares cercanos y los iguales, pero en una sociedad donde no hay límites para la comunicación con personas de cualquier lugar del mundo e índole, se hace necesario un análisis más profundo de las influencias, sin considerar los patrones o indicadores habituales como los únicos. Ejemplo de estas influencias se encuentran a diario y a través de cualquier dispositivo conectado a instagram, snapchat,…

Así, en la orientación se hace imprescindible el conocimiento y utilización de métodos innovadores que muestre al alumnado el buen uso de smartphones, tablets o portátiles conectados a Internet. Un buen uso de esto puedo hacer que llegue más lejos que un consejo y así conseguir una educación, no solo de calidad, sino también actual, insertada en un mundo cambiante donde los patrones conocidos empiezan a modificarse. Ya lo dijo César Coll “En el momento actual, el reto más importante de la educación escolar es cómo afrontar el cambio cultural que comporta la sociedad de la información...es decir, cómo educar en el marco de una cultura digital”

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