Educación Emocional y Creatividad

Publicado el 02/04/2020 06:04

"El 80 % del éxito en la vida, se debe a la Inteligencia emocional"

Goleman, D (1995)

La Educación per sé es un desafío adaptativo. Esto quiere decir que la sociedad cambiante requiere de mecanismos innovadores en constante revisión que se adapten a las características y contextos específicos. Por lo tanto, como docentes tenemos el deber de cuestionar, en el mejor sentido de la palabra, permanentemente el modelo educativo para conseguir adaptar el sistema al momento concreto en el que nos encontremos.

De hecho, cualquier profesor/a se cuestiona a diario y de forma totalmente inconsciente cuando hace una pausa para revisar si su metodología está respondiendo a los objetivos previstos, si sus actividades funcionan con un grupo de estudiantes en particular... Cuestionar nos ayuda a considerar otras opciones, descubrir nuevas posibilidades y en definitiva, poner a prueba nuestra capacidad creativa.

Esta capacidad creativa se ve influida constantemente por diferentes estados emocionales. En este sentido, os invito a reflexionar ¿Tenemos en cuenta éste hecho a la hora de integrar la creatividad en la práctica educativa? ¿Contempla la educación reglada la educación emocional y creatividad con la importancia que se merece? ¿Se está respondiendo adecuadamente a las necesidades de la sociedad? ¿Estamos dedicando el tiempo suficiente al desarrollo del pensamiento creativo en nuestras aulas? ¿Se está proporcionando a los docentes las herramientas necesarias para formar a los estudiantes en el ámbito socio – emocional y creativo?

EDUCACIÓN EMOCIONAL

Los inicios de la Educación Emocional se remontan a la primera aparición del concepto "Inteligencia Emocional" (Salovey, P. y Mayer, J. 1990). Más tarde se publicó el best seller "Emotional Intelligence" de Daniel Goleman (1995) que consolidó la divulgación del término a nivel mundial. Posteriormente se desarrollaron otras teorías como la de Inteligencias Múltiples de Howard Gardner (1997) basada en un modelo que distingue distintos tipos de inteligencia en el ser humano. En definitiva, la evolución del concepto hasta la actualidad, ha conseguido que se reconsideren viejas creencias sobre el mundo emocional asociadas con la debilidad, para dar paso a una disciplina que investiga cómo funcionan las emociones y de qué forma influyen en cualquier ámbito de nuestras vidas.

En este contexto, surge la educación emocional como respuesta a las necesidades sociales que no están suficientemente atendidas en el currículo académico. Cada vez son más los profesionales que abogan por su inclusión en las aulas para favorecer el desarrollo de habilidades socio - emocionales que contribuyan a nuestro bienestar personal y social (Bisquerra, R. 2016).

Él tránsito hacia ésta nueva perspectiva, es gracias en gran medida a uno de los fundamentos de la educación emocional: La Neuroeducación, que aporta una visión de la instrucción y la educación basada en los conocimientos científicos de cómo funciona el cerebro. Además, pone de relieve la importancia de las emociones sobre el proceso de aprendizaje (Mora.F. 2017).

Aprender a identificar y regular las emociones propias, es fundamental para comprender las de los demás. Algo muy importante a la hora de trabajar en equipo. De hecho, las empresas también se han dado cuenta de ésta necesidad. Pues según el último informe (2020) del World Economic Forum sobre las diez habilidades (Soft Skills), que deben desarrollar los trabajadores en el futuro laboral la Inteligencia emocional y la creatividad ocupan el sexto y tercer puesto respectivamente.

CREATIVIDAD

Pablo Picasso, uno de los artistas más creativos del siglo XX, concebía al artista como un espectáculo de emociones y un vehículo de transformación de esas emociones vividas en obras de arte tangibles (Picasso, 1988).

Pero.... ¿se puede ser creativo si no eres "un Picasso"? Sí, todos somos creativos en mayor o menor medida. Pero relacionar la creatividad únicamente con el ámbito artístico es un error. Su relación es estrecha con otros tipos de actividades como la investigación científica o la iniciativa emprendedora

Desde un punto de vista cognitivo, la creatividad implica poner en práctica el pensamiento divergente. Es decir, nuestro cerebro crea nuevas conexiones neuronales y debilita otras relaciones sinápticas más relacionadas con el pensamiento automático (el habitual). También implica otros procesos: abrir la mente, desarrollar ideas sin miedo a su repercusión, mostrarse receptivo a ideas que puedan parecer ridículas o muy alejadas de nuestra realidad…

Desde el punto de vista emocional, para conseguir logros creativos es necesario desarrollar habilidades que permitan gestionar las emociones que acompañan la labor creativa (Informe creatividad 2014). Por ejemplo, Einstein afirmaba que durante el proceso creativo lo fundamental era que "se olvidaba de sí mismo". Esta emoción, con el tiempo ha sido identificada con la palabra "flow", vocablo inglés que significa fluir o flujo. Se refiere al momento en el que se deja al ego de la lado, se pierde la noción temporal para abstraerse por completo aquello se está haciendo en ese momento. (Csikszentmihályi, M.1996). No obstante, el proceso creativo implica la regulación de otras muchas emociones como la frustración, la tristeza, el miedo.....

PROPUESTA Y EXPERIENCIAS…

En España la comunidad autónoma de Gran Canaria lleva impartiendo educación emocional en sus colegios (edades entre 6 -9 años) desde el año 2014. Para ello la consejería tuvo que recortar tiempo de otras asignaturas importantes como matemáticas o lengua, e implantar una nueva llamada Emocrea: Educación Emocional y Creatividad. En un primer momento, este hecho provocó ciertas diferencias en el profesorado, pero hoy en día se sienten orgullosos de su decisión. Los resultados ya dejan ver, entre otros aspectos, la transición hacia un clima de convivencia más positivo y relaciones interpersonales más sanas (La provincia, 2019). Su modelo ha sido presentado en las jornadas de "Formación en educación emocional del educador" en Barcelona, como comunidad pionera en validar la importancia de las emociones y el proceso creativo en la educación.

En Cantabria se ha celebrado el primer encuentro internacional de “Artes Emociones y Creatividad" impulsado desde la Fundación Botín con la colaboración de la Universidad de Yale (2019). Fue un punto de encuentro para expertos de diferentes países con el objetivo de informar sobre las investigaciones más recientes en materia de educación emocional y creatividad.

Por una parte, James Kaufman, referente en investigaciones sobre la creatividad, afirmó:

"Creo que la creatividad es importante en todos los planos del desarrollo y la realización personal, así como en otros muchos ámbitos, y que hay muchas personas que creen que no son creativas cuando en realidad sí lo son" (Kaufman,J. 2019)

Por la otra, Zorana Ivcevic, investigadora en el Centro de Inteligencia emocional de la Universidad de Yale afirmó:

" La creatividad no se circunscribe exclusivamente a las artes o el pensamiento, sino que también necesita de las emociones y, además, ha de ser puesta en acción”(Ivcevic,Z.2019)

En definitiva la propuesta es clara: la colaboración desde la comunidad educativa al desarrollo de la una Ley de Educación que priorice la Educación Emocional para contribuir al desarrollo de competencias socio- emocionales, así como fomentar el desarrollo del pensamiento creativo. Teniendo presente en todo momento la importancia del resto de materias fundamentales. En su defecto, organizar encuentros que permitan compartir experiencias o programas sobre las diferentes prácticas en materia de educación emocional y creatividad.

CONCLUSIÓN

La Educación Emocional y Creatividad es una forma de responder a una realidad social que demanda personas inteligentes emocionalmente y con gran capacidad creativa.

Es necesario la formación docente en el ámbito de la educación emocional y la creatividad para garantizar un proceso de enseñanza aprendizaje óptimo y con un objetivo claro: favorecer nuestro bienestar personal y social.

Las dos vertientes del ser humano deben caminar juntas, pero siendo conscientes de que no se aprenden (o se enseñan) en un día. Requiere un entrenamiento constante a lo largo de toda la vida (Bisquerra, R. 2016) Por ese motivo, es insuficiente incluir en este artículo ejemplos de actividades descontextualizadas. Puesto que es necesario darse cuenta de la importancia de sustentar cualquier propuesta didáctica en modelos de investigación que garanticen su adecuada puesta en práctica.

No se trata de un taller didáctico temporal o de una hora de tutoría dedicada a este asunto, se trata de una re - concepción de los valores esenciales hacia los que queremos reconducir el sistema educativo. Así lo han hecho ya países como Reino Unido o Malta. En España, Canarias es un ejemplo de qué es posible. Barcelona se ha puesto manos a la obra y espero que este artículo sirva para promover la reflexión en otras comunidades.

Os invito a confiar en el sentido más primitivo de la vocación educativa, la emoción. Seremos nosotros a los que nos cuestionen. En cualquier caso, Eduardo Galeano lo describe muy bien en uno de sus poemas. Calma a los que nos llamen utópicos, algún día sabrán que fue precisamente la utopía la que nos sirvió para caminar.

Seila Prat Gutiérrez

BIBLIOGRAFÍA

Bisquerra, R. (2016) Educación emocional. Editorial Descleé. Bilbao.
Csikszentmihalyi, M. (1990). Flow: The Psychology of Optimal Experience. New York: Harper & Row.