La mediación es un proceso por el cual se interviene en un conflicto, mediante una tercera persona neutral que ayuda a las partes implicadas en el conflicto a manejar o resolver la situación presentada. La tercera parte imparcial es el mediado/a, que utiliza diversas técnicas para intentar que las partes lleguen a un acuerdo consensuado con el fin de resolver su conflicto.
Algunos de los elementos más importantes que se deben de tener en cuenta son:
- Confidencialidad: Todo lo ocurrido en las sesiones mediadoras son de total confidencialidad y el mediador/a será responsable de mantener esa pauta.
- Voluntariedad: Las partes aceptan el proceso voluntario y participan activamente en el mismo.
- Imparcialidad: El mediador/a es imparcial y no juzgará ninguna actuación o actitud de los participantes.
- Neutralidad: El mediador/a respetará el punto de vista de las partes.
En los últimos años el uso de este tipo de técnicas se ha visto en aumento debido a la gran cantidad de conflictos que surgen día a día en los entornos educativos. La creación y formación de grupos de mediadores/as en la escuela favorece la reducción de la violencia en las aulas y ayuda a mejorar el ambiente escolar, así como la comunicación entre el alumnado y el profesorado. Por lo tanto, las ventajas más latentes de la mediación escolar en la resolución de conflictos se resumen en los siguientes elementos:
- Los alumnos/as aprenden que de forma pacífica y mediante el diálogo se pueden resolver los conflictos.
- Se trabajan valores como la comunicación, participación o el respeto, entre otros muchos.
- Los alumnos/as también reflexionan sobre su conducta, observan sus emociones y las del resto.
- Se fomenta la eliminación de relaciones de dominio y de sumisión entre sí.
- Se crea un ambiente más relajado y productivo.
- Aumenta el desarrollo de actitudes cooperativas en el tratamiento de los conflictos al buscar conjuntamente soluciones satisfactorias para las partes.
- Aumenta la capacidad de resolución de conflictos de forma no violenta, garantizando centros educativos más seguros para todos los miembros de la comunidad educativa.
- Favorece la autorregulación a través de la búsqueda de soluciones autónomas y negociadas.
- Se reduce el número de sanciones y expulsiones con la repercusión que tiene esto incluso en la reducción de la burocracia asociada a estas sanciones y expulsiones del centro.
- Disminuye la intervención de personas adultas.
Muchos centros educativos se han sumado al uso de la mediación para la resolución de conflictos en el aula, formando a profesores/as y alumnado en la comunicación positiva, escucha activa y otras herramientas propias de la mediación para poder conseguir que los propios alumnos/as sean capaces de resolver sus conflictos y que exista una convivencia armoniosa en las aulas sin tener que recurrir a métodos tradicionales de castigo.
Nos queda claro pues, que el proceso de mediación es importante aplicarlo a lo largo de la vida, aprenderlo nos ayuda a solucionar los problemas de forma pacífica y con ello, conseguimos que todos adquiramos unos patrones de conducta beneficiosos y respetables.