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Padres o amigos

Consolación Pedreira Massa

Publicado el 05/06/2020 10:06

 

 

 

 

Padres o amigos de nuestros hijos

Bueno un día más estoy aquí para escribir de algún tema que pueda ser interesante, y este lo habéis sugerido vosotros, y tengo que reconocer que me parece un tema interesante y aquí estoy para daros mi opinión, pero siempre con coherencia y basándome en estudios de compañeros que se han dedicado a esto y en mi experiencia tanto profesional como en este caso de madre.

Creo y pienso que en lo que voy a decir ahora vamos a estar todos de acuerdo (como bien sabéis siempre hablo por la mayoría, nunca es todo al 100x100), la relación de padres e hijos ha dejado de ser autoritaria, que el único que tenía el poder era el padre y luego pasado el tiempo la madre, y lo que decían ellos era si o si y punto, repito que es lo que solía ser en el pasado, pero ahora hemos pasado al otro extremo el poder en la mayoría de las casas lo tienen los niños y se hace lo que ellos quieren, tampoco es recomendable esta situación permisiva, porque da muchos problemas de conducta en casa y fuera de ella. La relación entre padres e hijos debe estar basada en el respeto, cariño, compresión y en el establecimiento de límites, por esto mismo pienso que no es recomendable que los padres sean amigos de sus hijos.

Los padres son los adultos en esta relación, (o así debería ser), somos nosotros los que estamos obligados a establecer los límites en el comportamiento para mantener a sus hijos seguros, de darles lo que necesitan, enseñarles a ser felices, responsables; todo esto es lo que ayuda a nuestros hijos a sentirse amados y valorados, fuertes, seguros, e incluso me atrevo a decir que aunque si algunas veces no estás de acuerdo con ellos les enseña a respetar, pensar y dar sus argumentos. Nuestros hijos -sobre todo en edad adolescente- no necesitan que seamos sus amigos porque camaradas (porque no son amigos) tienen muchos, papás solo dos y muchas veces ni eso.

Voy hacer una cita que hace tiempo leí pero que me gustó y en mis charlas, sesiones, la utilizaba, la frase es de Francisco Kovacs que dice: “Los padres pueden decidir ser amigos de sus hijos, pero tienen que ser conscientes de que los dejan huérfanos”, me parece una frase magnifica para entender que la amistad, los amigos, colegas, camaradas, compañeros, etc, es una cosa diferente a ser padres.

Está de moda entre algunos padres de la generación millennials (como se dice ahora) creerse más cool al considerarse amigos de sus hijos, se les llena la boca diciendo que son amigos, colegas de sus hijos, así piensan que son más modernos, más progres, y a mí personalmente me dan pena, porque se están perdiendo un momento increíble, mágico que nunca volverá, además me da pena porque están seguros que así actuando como amigos se ganan la confianza de sus hijos, y yo digo pufff, pienso que esto es una actitud muy peligrosa para el entendimiento entre padres e hijos.

Tenemos que tener muy claro que nuestros hijos necesitan fijarse en una figura que les aporte seguridad y establezca reglas, los límites claros son necesarios pues dan firmeza a la educación. Hay otro principio básico por lo que los padres no pueden ser amigos de sus hijos, porque no seríamos capaces de establecer dos aspectos fundamentales en la educación y formación de nuestros hijos: poner límites y decir que no, es decir, los padres deben corregir a sus hijos con amor y mucha paciencia, debemos estar presentes para guiar, educar, animarles, aconsejarles, ayudarles a levantarse en sus equivocaciones y apoyarles; no para ser sus amigos. Tenemos que ser su punto de referencia y su contención y por supuesto el amor más seguro, desinteresado, los más leales y fieles.

Tenemos que tener muy claro que confianza no es lo mismo que amistad, si equivocamos estos términos ya toda la relación está basada en unos malos conceptos. Está claro que con nuestros hijos debemos entablar una relación de amor sabia donde les ofrezcamos lo mejor de nosotros mismos para que ellos logren llegar a la plenitud; tener una comunicación abierta y sana para que ellos nos hablen sin miedo y con confianza de cualquier cosa, que nos compartan sus preocupaciones, miedos y todo lo que traen en su corazón; para que nos confíen sus secretos más íntimos y nos puedan decir todas sus inquietudes a sabiendas las consecuencias para bien o para mal que estas tengan, porque lo importante son los principios, las normas claras que se les ha puesto y por encima de todo que tengan claro el amor incondicional que sentimos por ellos .

Papás, de verdad necesitamos devolver el valor a nuestra figura como padres, que aporta seguridad a nuestros hijos, a los que poner límites amorosos para buscar su bien. Tengamos en cuenta que somos para ellos un referente situado en una escala jerárquica superior y no de igual a igual.

Además si somos sinceros, sabemos todos que los amigos van y vienen, por diferentes motivos, circunstancias de la vida, y aunque hayamos vivido cosas maravillosas en esa etapa, en la siguiente puede que por trabajo, porque nos casamos, etc nos separamos, se siente una pena muy grande pero el tiempo pasa y se cura, y tenemos otros amigos, que no sustituyen a los anteriores pero vives nuevas aventuras con ello, así que yo desde aquí os aconsejo que para una buena relación familiar y emocional de nuestros hijos seamos padres y no amigos.

Por ultimo voy hacer una reflexión mía y nada científica simplemente como madre, hija hermana, tía, que es muy sencilla yo prefiero ser madre que ser simplemente una buena amiga, porque como he dicho anteriormente los amigos se van pero yo siempre tendré a mis hijos, su amor, comprensión y ellos lo saben más que de sobra porque hay confianza, saben que me tienen para todo lo que quieran con un amor sincero, leal y siempre tendrán estén donde estén a su madre y a su padre, con el cariño más desinteresado de la vida.

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