Cuidando a nuestros mayores
 

Se va acercando el verano y con ello el calor. Es entonces cuando todos nos alegramos de que lleguen nuestras vacaciones y tengamos tiempo libre para poder realizar todos aquellos planes que habíamos organizado. Es en este momento cuando nos acordamos de los más mayores, que no lo disfrutan tanto ya que la mayor parte de su tiempo lo pasan sin poder salir de casa evitando las horas excesivas de calor. Esto se debe, a que se tratan del colectivo más vulnerable a esta época ya que producen menos sudor y por lo tanto tienen una capacidad menor de regular su temperatura con lo cual esta sube más deprisa, su piel también es más fina de manera que queda más expuesta a los rayos del sol, adaptándose peor a las altas temperaturas. 
Es por ello, que a continuación, exponemos algunos de los consejos que les podrían servir de ayuda. Deben de hidratarse constantemente, esto es algo que a medida que envejecemos lo olvidamos ya que vamos perdiendo la sensación de sed, pero es imprescindible beber dos o tres litros de agua al día. Con el aumento de las temperaturas el apetito disminuye, sin embargo, debemos de recibir los nutrientes necesarios, ayudándonos de platos fríos y ligeros, ensaladas y fruta. Se debe de acondicionar el cuarto en el que se vaya a encontrar la persona de la tercera edad, encontrándose esta entre los 22 y 24 grados, evitando los cambios bruscos de temperatura. Y por último, debemos tener especial cuidado con el sueño ya que debido al aumento de horas de luz podemos dormir menos llegando a provocar trastornos del sueño.
¿Y que pasa con todas esas horas muertas que pueden desesperarnos? Aunque no existen tantas opciones como podríamos encontrar los meses de invierno, cuando sí que podemos salir a la calle, siempre podremos encontrar algunas opciones que hagan que nuestro tiempo pase más deprisa. Por un lado, es necesario ejercitar el cuerpo, así que podrán realizar algunos ejercicios básicos sin tener que salir de casa ocupando parte de su tiempo. Por otro lado, es importantísimo el ejercitar la mente, para ello existen muchos métodos que harán que tus días se pasen volando. Un ejemplo es cocinando. También está la posibilidad de jugar a juegos de mesa como juegos de cartas, ajedrez o parchís, con el resto de la familia para pasar momentos únicos, o en su defecto, individuales como el sudoku, crucigrama o alguna sopa de letras. Hacer un puzle es una de las formas más amenas de pasar el tiempo a la vez que desarrollas capacidades y aumentas habilidades como la creatividad, la coordinación y la motricidad. Se puede leer, hacer sesiones de relajación, musicoterapia, pintar o incluso buscar nuevos hobbies. Pero no nos podemos olvidar de las manualidades, que van a ayudar al nivel cognitivo al estimular la concentración, la memoria y la atención. Un ejemplo se trata de la creación del libro de tu vida, puedes realizar un álbum manual escribiendo tu historia y añadiendo las fotos que crees necesarias, o en caso de no saber escribir, siempre se pueden recopilar todas las fotos que se tengan y ordenarlas cronológicamente para pegarlas en un cuaderno y hacer así tu propio álbum. Por último, una de las opciones más completas, es ir a clases de aquagym, de esta manera se mantendrán fresquitos y ejercitarán tanto el cuerpo como la mente a la vez que se encuentran de lo más entretenidos. 
Después de todo esto ya no quedan escusas para que nuestros seres más queridos no puedan aprovechar el verano de la misma forma que nosotros, esperando que llegue esta temporada para recibirla encantados. Solo hay que recordar todas las formas que hay de pasarlo bien y disfrutar de los días sin olvidarnos de todos los cuidados especiales que necesitan para su completo bienestar.