El pasado Martes se celebró en Zaragoza una mesa sectorial en la que el departamento de educación del gobierno de la comunidad de Aragón decidió aprobar el recorte de 214 plazas de profesorado en las plantillas orgánicas de los colegios e institutos de dicha comunidad para el próximo curso.

La pasada semana anunciaron a los sindicatos de que la supresión iba a ser de 219 plazas, cifra que se ha rebajado pero que no contenta a ningún sindicato ni a ninguna de las partes implicadas.

El ejecutivo ha señalado que estas plazas serán ocupadas por interinos en caso de ser necesario. Además, ha afirmado que este recorte es debido a que las previsiones demográficas prevén que se produzca un notorio descenso del alumnado.

En total la supresión de estas plazas supone la desaparición de unas 50 aulas de primaria y secundaria en toda la comunidad de Aragón, la mayoría de ellas pertenecientes a las regiones rurales en las que, según la consejería de educación, no se habían llegado a cubrir por concurso.

En esa reunión de la mesa sectorial, los representantes de los sindicatos abandonaron la negociación. Comisiones Obreras afirmó que “el recorte de las 214 plazas confirma la política de precariedad laboral que quiere instaurar el Gobierno en las aulas” señalando que ya son más de 500 las plazas que se han suprimido en tan sólo dos cursos escolares.

¿Las consecuencias de esta decisión? La posible subida de la ratio del alumnado en las aulas, la eliminación de los apoyos y los refuerzos así como la posible reducción de optativas.