La Ley Orgánica de mejora para la Calidad Educativa nos ha traído consigo un nuevo concepto de Formación Profesional. La principal finalidad de esta nueva formación es la de “una modernización de la oferta y su adaptación a los requerimiento de los diferentes sectores”. ¿Cuáles son los principales cambios entre esta formación profesional y la implantada en la LOE?
Esta nueva Formación Profesional se conforma en tres ciclos, un ciclo inicial de Formación Profesional Básica, a la cual se podrá acceder a los 15 años y que sustituirá al PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial), un segundo ciclo de Formación Profesional de Grado Medio, para el cual se necesita el título de Graduado Escolar y por último la Formación Profesional de Grado Superior al que se accede tras superar una prueba de acceso.
La principal modificación se nos presenta en el currículo, ya que en los ciclos básico y medio los contenidos no se centran únicamente en la formación profesional, sino en una fusión entre las materias instrumentales (Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales etc.) y los módulos profesionales, así, contribuirán a que los alumnos y alumnas completen las competencias básicas de la Educación Secundaria Obligatoria. Los ciclos formativos de grados medio ampliará las competencias adquiridas en la educación obligatoria (Educación Primaria, Educación Secundaria o Formación Profesional Básica) adaptándolas a un campo profesional específico que permita a los alumnos incorporarse de una forma activa en su sociedad.
En el momento en el que los alumnos superen los Ciclos de Formación Básica, recibirán el título de Técnico Profesional Básico, el cual les permitirá a los alumnos el acceso a unas pruebas de admisión a los ciclos formativos de grado medio. A su vez, los alumnos que superen este ciclo, recibirán el título de Técnico de Grado Medio en su profesión. Con este título, el alumno tendrá acceso directo a todas las modalidades de Bachillerato. Por otro lado, los alumnos que superen la Formación Profesional de grado Superior recibirán el título de Técnico Superior, por medio del cual tendrán derecho a acceso a cualquier estudio universitario de grado.
Además, esta formación profesional intentará que la mitad del tiempo que el alumnado esté en dicha formación sea por medio de la práctica, compartiendo así los conocimientos adquiridos en las clases teóricas con la práctica en una empresa. Este sistema está implantado en gran parte del territorio europeo y facilita al alumnado la inserción en el mundo laboral así como facilitar la asimilación de los contenidos por medio de la combinación de la teoría y de la práctica.
Estas nuevas medidas servirán de avance para una Formación Profesional que hasta ahora ha tenido connotaciones “negativas” en nuestro país, siendo la rama escogida siempre por aquellos que no querían estudiar una carrera universitaria. Ha llegado el momento de romper con ese tópico y de revalorizar el sentido de la Formación Profesional, dándole el valor que siempre ha debido tener y quizás, esta nueva ley sea el primer paso para lograrlo.