Son numerosas las nuevas metodologías y los nuevos métodos de enseñanza que se están comenzando a dar importancia en las aulas de todo el mundo. A paso lento pero firme, poco a poco se va dejando a un lado las clases magistrales y se está comenzando a enseñar atendiendo a las necesidades e intereses del alumnado. Hoy queremos presentar otra de estas nuevas metodologías: el aprendizaje basado en problemas (método ABP).
El principal objetivo del aprendizaje basado en problemas es el de formar estudiantes capaces de analizar y enfrentarse a los problemas de la misma manera en que lo hará durante su actividad profesional. Así, se pretende que el alumnado construya su conocimiento sobre la base de problemas y situaciones de la vida real.
Con el aprendizaje basado en problemas se pretende fomentar en el alumnado una actitud positiva hacia el aprendizaje, siendo ellos mismos los que buscan la información que necesitan para resolver dichos problemas o incluso son ellos mismos los que la generan.
Por lo tanto, el alumnado del aprendizaje basado en problemas participa activamente en todo momento en la adquisición de su conocimiento, ya que dicho aprendizaje está centrado en todo momento en el alumnado, y no en el docente o en los contenidos.
Si por algo se caracteriza el aprendizaje basado en problemas es en el trabajo colaborativo, ya que el alumnado trabajan en pequeños grupos para resolver los problemas que se les plantean en las distintas disciplinas, mientras que el docente se convierte en este caso en un mero facilitador del aprendizaje.
Las situaciones o los problemas que se crean, deben despertar el interés del alumnado y estar relacionado con algún objetivo de aprendizaje así como reflejar una situación de la vida real. A la hora de presentar el problema, cada alumno debe leer y analizar el problema individualmente, y posteriormente a través de una lluvia de ideas, deben detectar las áreas que deben ser resueltas de dicho problema. Después se debe llevar a cabo diversas estrategias de búsqueda para buscar información y analizar de una manera crítica poniéndonos de acuerdo con el grupo de compañeros para volver a examinar el problema, del cual se extraerán finalmente una serie de principios que se podrán aplicar a situaciones similares.
No debemos confundir el aprendizaje basado en problemas con un role-playing porque el aprendizaje basado en problemas no implica una simulación en la que el alumnado asuma diferentes roles, sino que tienen una única misión sin tener que meterse en el papel de nadie.