Como bien sabemos, la educación es clave para el desarrollo individual, integración social, acceso al mercado laboral, etc. Para todo ello, es importante que la educación adquiera importantes recursos públicos, ya que todas las familias españolas no pueden permitir el gasto tan elevado que ello requiere, así pues, solicitan más recursos para compensar los gastos. Por tal motivo, diariamente tienen lugar números debates sobre la suficiencia o insuficiencia de los recursos económicos destinados a la educación en todas sus ramas, ya que en los últimos años ha caído hasta un 20% de la inversión, lo que nos conduce a preguntarnos por las consecuencias sobre el aprendizaje y la equidad.

Según las cuentas recientemente publicadas nos dicen que el sistema educativo español es similar a muchos de los países desarrollados, en cuanto al acceso a la enseñanza y el ratio de alumnos por aula y profesor, pero, los resultados formativos de nuestro país son inferiores a otros teniendo el mismo perfil financiero, obteniendo mejores resultados, ¿por qué? Es importante partir de la siguiente afirmación: “gastar más no es lo mismo que gastar mejor”. La igualdad de oportunidades en España está estrechamente relacionada con los entornos socioeconómicos. Para eliminar este suceso, hay que dirigirse a los más débiles, ya que disponen de menos recursos para tener una educación digna.

Hoy en día, lo que se busca en el sistema educativo es la mejora de la eficacia formativa y la vía para conseguirlo es mejorar la equidad, especialmente reforzando el apoyo para los que tienen pobres resultados académicos. El riego es mayor en los centros públicos, hasta el 29% a diferencia de lo que su sucede en los centros privados, ya que solo se refleja el 15% de alumnos que son afectados por entornos desfavorables; motivo por el cual los centros privados siempre están por encima de los centros públicos con mejores resultados académicos. Tal y como expone un catedrático de la Universidad de Valencia, para mejorar el funcionamiento de los centros educativos se requiere que sus docentes dispongan de la información financiera , especialmente para actuar con cierta autonomía para la consecución de sus propios objetivos, y así como evaluar sus resultados obtenidos y las causas de posicionamiento social.

Así pues, estamos aún a tiempo de aprender la lección y comprender que no es lo mismo gastar mejor en educación que gastar más.