“Formación sin Límites” es un programa de colaboración entre Repsol y la ONCE creado para apoyar la sensibilización educativa y a su vez, reducir la tasa de abandono escolar entre los estudiantes con discapacidad al finalizar la educación obligatoria.

Este proyecto se está llevando a cabo desde 2010 con la colaboración del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad. Esta iniciativa cuenta con una idea muy importante, y es que la gran mayoría de las personas con algún tipo de discapacidad no continúa con su formación y se quedan con el título de educación básica.

La educación no se encuentra vetada  ningún sector de la población y mucho menos a las personas con discapacidad, pero sí que es cierto que en numerosas ocasiones nos encontramos con que los centros y las universidades no se encuentran adaptados a sus necesidades.

Por ello, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE ha animado a la comunidad educativa a “volcarse” con iniciativa como la de este programa para acoger a la discapacidad y que esta sea “escuchada y aceptada”.

Anualmente se hace una entrega de premiosa la mejor práctica docente “Formación sin Límites”, por medio del cual se otorga de 3.000 euros que van destinados a equipamientos del centro.

Y es que la educación inclusiva no se debe ver como algo excepcional, sino como algo que debemos aplicar en nuestra vida diaria, sobre todo si trabajamos en un centro educativo. La educación no es un lujo para nadie, debe ser accesible e igualitaria para todos los niños independientemente de su edad, sexo, país o situación personal, es decir, debemos luchar por una “formación sin límites”.