Ferrer i Guardia creció en unas escuelas que se caracterizaban por una fuerte represión física cuando se actuaba de manera incorrecta y por la fuerte presión de la Iglesia y su papel dentro de la escuela. Estas vivencias ocasionaron que Ferrer i Guardia creara la Escuela Moderna, alejada de todo lo que él había vivido.

Esta Escuela Moderna abrió sus puertas en Agosto de 1901. Esta Escuela pretendía transformar la experiencia pedagógica en algo crítico, laico y libertario. Algunos de los principios pedagógicos de esta Escuela Moderna son los siguientes:

Esta escuela pretendía contar con una base científica y racional. Es decir, alejaba de ella todo lo que tenía relación con la religión o con temas sobrenaturales. Por lo tanto, la educación moral que recibía este alumnado, consistía en dar ejemplo para que ellos lo siguieran, apoyándose en la solidaridad y el compañerismo.

El principal objetivo de esta escuela era que los niños y las niñas recibieran la misma educación. Es decir, esta escuela pretendía romper con la idea de que las mujeres eran las encargadas de su familia y de su casa y que las niñas fueran capaces de desenvolver su inteligencia adecuadamente. Esta igualdad también afectaba a las desigualdades entre los ricos y los pobres, haciendo especial énfasis en que debían recibir la misma educación.

Este tipo de escuela buscaba una renovación total para renovar así la sociedad en la que se encontraban. Para ello, se seguía una metodología que no estaba basada en los premios ni en los castigos. Por lo tanto, el sistema de evaluación tampoco se basaba en los exámenes ni en las notas.

Ferrer i Guardia veía el juego como elemento indispensable dentro de la educación de los niños. Además de fomentar la creatividad de los más pequeños, por medio del juego se otorga la suficiente atención al desarrollo físico del niño.

Otro de los principales puntos a tener en cuenta por Ferrer i Guardia es la atención al profesorado. Es importante destacar la labor de los maestros, y para ello deben contar con una preparación adecuada y una vida y un sueldo digno para ellos.

Por lo tanto, podemos resumir que el principal fin de esta Escuela Moderna es el de fomentar el desarrollo progresivo del alumnado y de los niños por medio de una pedagogía que en aquellos tiempo se podía considerar innovadora y desafiante debido a los grandes cambios a los que se enfrentaba.