La Navidad es una fecha de reencuentros, felicidad, regalos, amistad, etc. Pero este año, las navidades se han visto bastante enturbiadas sobre todo para los jóvenes emigrantes españoles. Y es que el 26 de Diciembre, justo un día después del día de Navidad, apareció en el BOE una enmienda que establece que las personas desempleadas sin derecho a prestación ni subsidio de desempleo perderán el derecho a la Sanidad Pública española si están tres meses fuera del estado español.

Es decir, todos los jóvenes que se hayan ido al extranjero a buscar una oportunidad de trabajo que por desgracia no han podido conseguir en España debido a la situación económica por la que está atravesando el país, perderán el derecho a la seguridad social si están más de tres meses fuera y serán catalogados como “no residentes” y por lo tanto no tendrán derecho a ser atendidos en los hospitales del país.

Y es que según este cambio en la ley tendrán derecho de asegurado quienes se encuentren en la situación de “haber agotado la prestación o el subsidio por desempleo u otras prestaciones de similar naturaleza, encontrarse en situación de desempleo, no acreditar la condición de asegurado por cualquier otro título y residir en España”.

Y cuando vuelvan esos jóvenes a España ¿qué ocurrirá con ellos? En teoría no han de tener excesivo problema al recuperar la tarjeta sanitaria, pero eso aún está por ver.

Con medidas como esta, parece que se castiga más a los jóvenes que quieren trabajar que otra cosa. Hay una palabra que para mí definen a los jóvenes que se van al extranjero a buscar trabajo: VALOR. Valor de irse a un país del que seguramente no conocen nada, que muchos tan sólo saben “chapurrear dicho idioma” y que dejan en España a su familia, amigos y su vida y se van con una maleta cargada de ropa y un título universitario bajo el brazo mientras piensan de qué les ha servido tantos años de esfuerzo y sacrificio.

Esta ley traerá cola y problemas a muchos jóvenes, y es que así lo único que estamos consiguiendo es no avanzar hacia la profesionalización que realmente se busca en estos jóvenes. Queremos que se especialicen en distintos sectores, que sean unos magos en su especialidad pero no se les da la oportunidad en España de que de lo consigan, y los que realmente se atreven a irse al extranjero a conseguir ese fin, acaban siendo considerados como “no residentes”.

Sólo espero que esta normativa se quede aquí y no sigan sorprendiéndonos con nuevas normativas que hagan peligrar el futuro de los jóvenes españoles.