En los últimos años hemos visto un aumento de personas cualificadas en España. Ante la falta de trabajo, nos decantamos por seguir estudiando para tener una formación específica en algún campo y ampliar nuestras vistas profesionales.

Los últimos datos facilitados vienen de la mano de UGT que tras analizar la oferta de empleo y demanda de Cataluña informan que casi cuatro de cada diez trabajadores, es decir, un 36,6%, tienen más formación que la que requiere su puesto de trabajo.

Esto nos lleva a una situación de frustración por parte de los trabajadores que hacen ver que tanto esfuerzo, tiempo y dinero se están tirando por la borda debido a que no se ve reflejado en el puesto de trabajo que están desempeñando.

Este es uno de los motivos, junto con el paro, por el que muchos jóvenes emigran en busca de mejores expectativas. Pero, ¿cuál es la solución para todo esto? Estamos llegando a un punto de no retorno donde los jóvenes cada vez se encuentran más cualificados, y no nos equivoquemos, no estoy hablando de esto como algo negativo, sino como algo que a la larga puede pasar factura debido a que en la actualidad y durante unos años no habrá puesto de trabajo para tanta cualificación en España.

¿Las consecuencias? Que  no haya sitio para el mejor físico, los mejores médicos y la mejor ingeniera industrial, es decir, una fuga de cerebros. Y que en España tengamos unos jóvenes altamente cualificados y que no se les premie dicha labor es un problema bastante serio de este país.

Este informe desvela también que desde 2007 y hasta 2012, se destruyeron 621.300 empleos, de los cuales un 23,8% eran altamente cualificados. La fuga de cerebros es un problema que a larga puede ser bastante negativo para nuestro país. Que los mejores emigren al extranjero ralentiza el avance y el progreso de nuestro país.