Según los datos que acaba de publicar Eurostat, en la UE-27 casi el 80% de la población juvenil cuenta con un nivel mínimo de educación secundaria superior. Esto no sería noticia si no se considerara esta titulación la básica para conseguir integrarse activamente en el mercado laboral.

Los países que han alcanzado  el mayor porcentaje de jóvenes con la enseñanza secundaria superior como titulación mínima son los países del este encabezados por Eslovaquia, la República Checa, Eslovenia y Polonia con cifras del 90% e incluso más en alguno de estos países. Suecia llega casi al 89% seguido de Chipre que registra un 87,7%. Reino Unido, por ejemplo. Llega al 80,1%.

Por debajo de la media Europea están los Países Bajos (78,2%), Italia (76,9%) y Alemania (75,8%). En Dinamarca la cifra es del 70% y en Portugal sólo se alcanza un 64,4%. España tiene la segunda cifra más baja de la UE. Los jóvenes españoles que cuenta con educación secundaria superior son únicamente el 61,7% , lo que unido al elevado nivel de fracaso escolar (un 26,5%) plantea grandes problemas a la hora de integrarse en el mercado laboral. El último lugar de la clasificación corresponde a Malta con un 59,2%.

Con estos datos sacados a la luz y las próximas pruebas de PISA, creo que no estamos haciendo nada por lograr un aumento en esos puestos clasificatorios que nos equiparan con nuestros vecinos europeos. Es decir, nos preocupamos por sacar esos datos a la luz y por criticar al sistema educativo y al profesorado, pero no nos preocupamos por resolverlo. Y está claro que esto no es un problema que se arregle solo o quejándonos de lo que está mal, ni que está únicamente en manos del profesorado o de los jóvenes para ponerle solución.

Los jóvenes sin título de secundaria superior tienen muchas mas dificultad para encontrar empleo y su nivel de paro es superior que los jóvenes que sí tienen dicha titulación. Si la situación económica además no es favorable para ellos, entonces… ¿cuál es su lugar?