La terapia asistida con animales es un modo de tratamiento terapéutico, en el que un animal (perros, caballos, delfines…) mediante determinados criterios, forman parte del proceso de una terapia. El fin de este tipo de tratamiento es, fomentar la mejoría en el funcionamiento social, emocional, físico o cognitivo de una persona sana o enferma, ya que esta forma de terapia no es únicamente válida para aquellas personas que lo necesitan, sino que es una ayuda para todos y para cualquier problema.
Como hemos dicho anteriormente, los animales que más se utilizan para la terapia asistida son los delfines, caballos y perros, pero no son los únicos que se pueden ampliar, sino que también son útiles incluso los peces de un acuario.
Históricamente, ya en el siglo XVII se llevaron a cabo proyectos en los que el caballo era el animal que ayudaba en el tratamiento y en la rehabilitación de personas con discapacidad física, inicialmente en Europa, y seguidamente se extendió por Estados Unidos e Inglaterra.
La terapia asistida con caballos (equinoterapia), presenta los siguientes principios terapéuticos:
1.- Transmisión de calor corporal. En el caso del caballo, éste transmite aproximadamente 38 ºC, lo que ayuda a distender y a relajar la musculatura y los ligamentos, pero no solamente esto, sino que también estimula la percepción táctil y aumenta el flujo sanguíneo en el sistema circulatorio, lo que ayuda a pacientes necesitados de estimulación temprana.
2.- Transmisión de impulsos rítmicos al cinturón pélvico, la columna y los miembros inferiores, lo que estimula la motricidad del ser humano y desarrolla el movimiento coordinado.
Pero todo lo anterior, no es lo único beneficio que presenta este tratamiento, sino que también adquiere un valor terapéutico en las áreas psicoafectiva y pedagógica, ya que desarrolla cualidades como la comunicación no verbal, tolerancia, paciencia, responsabilidad, memoria, enriquecimiento del vocabulario, etc.
En el caso de la terapia con delfines (delfinoterapia), también ofrecen beneficios importantes. Son conocidos como los maestros terapeutas debido a que emiten sonidos que equilibran la homeostasis de nuestro organismo, ya que son curativos y sanadores. Con estos animales podemos compartir juegos y nos podemos relajar mutuamente debido a que son animales nerviosos y juguetones, lo que les hacen ser muy buenos terapeutas tanto para niños como para ancianos.
Hay una terapia novedosa que poco a poco está teniendo su influencia en la terapéutica del autismo, de retardo motor y de parálisis cerebral, en el que se utilizan las emisiones acústicas de los delfines a favor del desbloqueo y reequilibrio en determinados casos, las cuales llegan al oído y al cerebro llegando a una estimulación selectiva. Al igual que en el caso de los caballos, los delfines también tienen gran influencia psicológica, en el que a través de ondas son capaces de equilibrarnos y hacernos sentir muy bien, tanto en la dimensión corporal, mental, como en el sistema de valores.
En torno a la terapia con perros, es el más conocido y popular, ya que día a día lo vemos en las calles, ayudando a personas con discapacidades auditivas, con el fin de mejorar su movilidad, alcanzar objetos y que la persona tenga mayor capacidad de socialización y de independencia. Los perros son lúdicos, afectivos, juguetones y muy fieles durante toda la vida. A través de varios estudios, podemos destacar que acariciar a un perro regula la tensión arterial, frecuencia en la respiración y en los latidos cardíacos; y un dato muy peculiar es que en las residencias que tienen perros para las terapias y compañía, los pacientes reciben menos visitas del médico.
A modo de conclusión, el uso de animales terapéuticos aporta beneficios físicos, psicológicos y sociales, para mejorar la calidad de vida de las personas. Es importante decir, que no es eficaz en todos los casos ya que está en manos del profesional especialista para conseguir que haya efectos positivos. La participación de animales en estas terapias, aportan en el tratamiento motivación, implicación e iniciativa, atención, concentración y estimulación. Así pues, tal y como hemos comentado anteriormente, es un elemento innovador en las terapias, y tenemos que circular estos conocimientos ya que no siempre nos recuperamos mediante medicamentos, sino que también necesitamos afectividad, como la que un animal nos puede transmitir en nuestras vidas, y no tratarlos como simples animales de compañía, sino como animales que nos pueden ayudar en los momentos que más necesitamos.