A la Consejería de Educación Valenciana le han entrado las prisas con el nuevo modelo educativo trilingüe. Éste es su segundo año de implantación, pero arrancó sin disponer de docentes formados a tal fin, sino que contó con una serie de becarios llamados “english helpers”.

Para que los docentes puedan obtener los títulos necesarios, la Consejería de Educación ha propuesto nuevos lugares que podrán certificar el nivel B2 de inglés para así conseguir profesores titulados lo más rápido posible. Los nuevos centros que podrán expedir dicha información son: la Universitat de València, la Universidad Miguel Hernández de Elche, el CEU-Universidad Cardenal Herrera, Valencia International University (VIU), Florida Universitària, Universidad Católica de Valencia, el Complejo Educativo Mas Camarena, y las cámaras oficiales de Comercio de Valencia, de Castellón y de Orihuela.

Con respecto al Certificado de Capacitación en la Enseñanza en Lengua Extranjera se ha pronunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionario, los cuales se muestran totalmente en contra de otorgar la máxima puntuación, ocho puntos, en los concursos de traslados a dicho certificado. El CSIF dice que esta puntuación “duplica los cuatro puntos por cada dos años de servicio como funcionario en el centro desde el que se concursa y supera los cinco que otorga el diploma de Mestre de Valencià”.

Como alternativa a esto, el sindicato le ha propuesto a la consejería garantizar suficientes plazas públicas en las escuelas oficiales de idiomas y “recuperar y potenciar el Plan de Formación Lingüistico-técnica”.

Esta medida pretende que en los colegios se estudie tanto el inglés como el castellano y el valenciano. Pero las formas en las que se está llevando a cabo la capacitación lingüística de los docentes no es la manera más correcta ya que al fin y al cabo, no terminarán de estar bien preparados para impartir clases el idioma anglosajón debido a las prisas por obtener dicho título.