La LOMCE nos trae consigo la supresión de algunas asignaturas y su sustitución por otras, como es el caso de Educación para la Ciudadanía, que se va a ver sustituida por Valores Éticos en los cursos de Secundaria. Ésta en Secundaria y Valores Sociales y Cívicos en Primaria se van a convertir en la alternativa de Religión, aunque el alumnado podrá elegir estudiar ambas.
Entre los criterios de evaluación de Valores Éticos, el texto cita que será necesario “conocer y valorar los fundamentos de la Constitución Española de 1978, identificando los valores éticos de los que parte y los conceptos preliminares que establece”.
Por medio de esta asignatura se pedirán conocimientos que son dudosos en cuanto a validez y métodos de estudio como son por ejemplo describir los conceptos de la constitución y su dimensión ética, tales como la nación española, la pluralidad ideológica y las funciones de las fuerzas armadas a través de la lectura “comprensiva y comentada” de los artículos 1 al 9 de la Constitución.
Con esta asignatura se pretende que el alumnado sea capaz de destacar los problemas relativos a la intolerancia, la exclusión social, la discriminación de la mujer, la violencia machista, y la existencia de actitudes como la homofobia, el racismo, la xenofobia, y el acoso laboral y escolar, así como sus consecuencias.
Además, tratarán temas como la “tecnodependencia” o el “impacto que tienen los medios de comunicación actuales en la vida moral de las personas y de la sociedad”.
Sin duda los contenidos de esta nueva asignatura serán positivos para el alumnado al tratar temas de actualidad, aunque son bastante parecidos a los actuales de Educación para la Ciudadanía, a falta de algunos temas concretos que fueron suprimidos por Wert a su entrada en el ministerio.
Por lo tanto y debido a la similitud de ambas asignaturas y la notable importancia de tratar estos temas en los centros educativos para la mejora de las relaciones y de la convivencia escolar, no se entiende por qué no existe un consenso entre los partidos mayoritarios para crear y mantener una única asignatura, porque no hace falta una reforma si la intención y los objetivos de ambas asignaturas son los mismos para todos.
Pero esta falta de consenso hace falta aplicarla a otros aspectos políticos y educativos, por lo que tocará crear cambios en todos los centros educativos y comenzar de cero con “valores éticos” como nueva asignatura para programar.