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Sobre la sexualidad... ¡te quiero y también te amo!

jenny dec

Publicado el 09/05/2017 09:05

Te quiero, “te amo, “me gustas mucho”, son frases cortas que entre adolescentes significan la primera expresión real de sentimientos,  y que sin tiempo para encontrar su significado profundo, el “vamos a hacerlo”, puede derivar en un bloqueo, una interrupción del bienestar subjetivo, del sentido de la vida para una joven de quince años, para un futuro padre de dieciséis. Este placer afectivo que se ve satisfecho en el encuentro, la complicidad, la amistad en el colegio, llega a su fin con una consecuencia física palpable y sorpresiva, escuchada y comentada pero lejana como para comprender que si puede pasar. El embarazo antes del momento oportuno es un tema que debe ser abordado por los padres, familiares significativos y por los docentes en su rol como orientadores, con énfasis en la prevención siempre destacando el aspecto afectivo y emocional en la relación de pareja, que es al fin de cuentas uno de los fundamentos de la problemática.

Para hablar sobre este tema no le vendría mal al docente invertir el orden de la clase y adentrase en primer lugar en el escenario de los sentimientos, saberes, experiencias y dudas de los jóvenes, en un espacio autentico y de empatía, desde donde afrontar la educación sexual.

La educación sexual o para la sexualidad continúa permaneciendo en un espacio subestimado del conocimiento y la práctica educativa, sin el carácter integral, sistemático y permanente que demandan, se le sigue relevando a lugares complementarios y no principales dentro de la academia y fuera de ella, se le asume desde la perspectiva dimensional biológica, la enfocada en la salud reproductiva o la psicosocial según sea el interés, siendo que diversas aproximaciones dan relevancia a un enfoque o a otro de manera parcializada, dificultándose la visión de integralidad de la sexualidad, más cuando se trata de transmitir información a niños y adolescentes mediante la educación formal o informal acerca de la misma, ya sea desde la escuela-docentes-comunidad-sociedad o desde el hogar-padres-familia, segmentándose el proceso de “conocer” y “apropiarse” de este conocimiento, alejando la posibilidad de aceptarlo, incorporarlo y vivirlo a plenitud, entendiendo que el manejo y dominio del tema se hace fundamental para la toma de decisiones de los adolescentes con respecto al momento para el están preparados en su plenitud física, psicológica y emocional para apropiarse de la primera y posteriores relaciones sexuales con todo el correlato de implicaciones afectivas y cognitivas que en su psiquismo se instaurarán.

El momento histórico que vivimos refleja en sí mismo situaciones sociales complejas, desencuentros políticos, dificultades económicas y realidades psicoemocionales individuales y colectivas que engloban el impacto de la dinámica medioambiental sobre la visión de las personas acerca de si mismos y de los demás, la naturaleza de las relaciones interpersonales, sobre sus emociones y sus acciones, resultando el embarazo en adolescentes, dentro del amplio espectro de la educación sexual y reproductiva, una de las problemáticas sociales que no dejan de llamar la atención al ser vistas como un problema de salud sexual reproductiva que ubica a Venezuela en el primer país de Suramérica con el mayor índice de embarazos en adolescentes, observándose esta realidad en menores de 15 años, resaltando que aproximadamente 101 de cada 1.000 jóvenes entre 15 y 19 años de edad quedan embarazadas (Fondo de Población de las Naciones Unidas en Venezuela, 2014), lo más relevante es que de acuerdo a los estudios enfocados en la materia, al parecer en los actuales momentos la tendencia se mantiene, resultando difícil controlar estas cifras reveladoras de una crítica situación para las adolescentes, su grupo familiar y la sociedad venezolana en general.

Al aproximarnos a esta impactante realidad es necesario revisar cuáles han sido las causas ya identificadas de la problemática, entre ellas la crianza y convivencia en un hogar violento y abrumado por precarias condiciones socioeconómicas o en ausencia de padres o adultos significativos para la contención emocional y orientación general; igualmente la falta de información oportuna o información imprecisa  relacionada con el tema, la débil participación de la escuela como institución y del docente como mediador.

 Es en el seno de la familia, donde la sexualidad encuentra su espacio para ser reconocida y aceptada, padres y adultos significativos son responsables en todo el proceso orientador y de encuadre para el intercambio comunicacional y educación inicial respecto al tema: sexualidad, sexo, género, diferencias entre el cuerpo del niño y la niña, reproducción humana y embarazo, métodos anticonceptivos, relaciones afectivas y sexuales, respeto hacia el propio cuerpo y el de los demás, abuso sexual, enfermedades de transmisión por contacto sexual, embarazo. El abordaje y orientación que se puede transmitir a otro acerca de la sexualidad  depende en gran medida de las ideas, aceptación, prejuicios y manejo de la propia sexualidad, es una realidad que durante la infancia y llegada la adolescencia no se asuma en toda su importancia vital, negándose como derecho y como eje esencial del desarrollo psicosocial de la persona.

Desde la escolarización inicial se espera la incorporación de los niños a las rutinarias cátedras de educación sexual, sin embargo, elementos tan esenciales como el gusto por el otro, el placer de la caricia, la convivencia, el respeto, la visión de futuro en cuanto a la maternidad y paternidad, la magia del enamoramiento permanecen si desarrollarse en el seno de la relación docente-estudiante arrojándose evidencias de la utilidad limitada de enfatizar en las dimensiones biológicas y potencial reproductivo al tratar el gran tema de la sexualidad.  

Atendiendo a todos estos elementos, y asumiendo el enfoque dimensional (dimensión biológica, dimensión referente a la salud sexual y reproductiva, dimensión psicosocial) de la sexualidad es posible lograr una aproximación a la percepción, conocimientos, imaginario, emociones y actitudes que los y las adolescentes poseen acerca de la sexualidad para derivar en la importancia del manejo de información, claridad de la misma y alcance de la autodeterminación para la toma de decisiones que posiblemente incidirán en la postergación de la edad de ocurrencia de un embarazo, cuando definitivamente el cuerpo y la psicoafectividad no están estructural y evolutivamente preparados para ello y desde los espacios formativos permanecen en vías cercanas aunque no hallan un punto de encuentro, es labor del docente lograr esta sintonía para colaborar significativamente con la prevención de la temprana maternidad y paternidad desde uno de los principales espacios emocionales de intercambio en la adolescencia como lo es el aula de clases.  

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