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Aprendiendo en aulas interculturales

Mónica Aguilera

Publicado el 18/10/2021 13:10

Antes de iniciarnos en la definición de aulas interculturales es preciso definir el concepto de multiculturalidad, el cual se refiere a la presencia en el mismo lugar de culturas diferentes que no se relacionan entre ellas o que pueden o no tener una relación de convivencia. Por tanto, no se aboga por la asimilación de hábitos o costumbres ajenas a la cultura propia, lo que puede derivar en conflictos. Un ejemplo de ello sería el alumnado que proviene de países diferentes, que únicamente se relaciona entre quienes comparten este elemento distintivo, tanto dentro como fuera del aula.

Por ello, se necesita hablar de interculturalidad que es la interacción entre culturas, de forma respetuosa, donde ningún grupo cultural está por encima del otro, promoviendo su integración y convivencia. Por tanto, el concepto intercultural, a diferencia del multiculturalismo, no se limita a la pura coexistencia de las culturas, sino que va más allá.

Actualmente, nos encontramos con que las aulas españolas reflejan una mayor pluralidad de alumnado, es decir, diferentes nacionalidades, culturas y religiones se mezclan en las clases. En base a ello, se plantea la necesidad de saber actuar ante el actual panorama educativo el cual precisa adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a esta nueva realidad a través de la inclusión de la educación intercultural en las aulas.

La diversidad puede enriquecer los centros escolares ya que fomenta el conocimiento y el respeto de otras culturas, además de fortalecer las destrezas interculturales de modo que se reconozca y se valore la diversidad.

Entre las ventajas que podemos destacar de la diversidad cultural se puede decir que a partir de ella se pueden crear mejores ciudadanos y una sociedad más inteligente y productiva. Se debe por tanto prestar una atención educativa que favorezca el máximo desarrollo posible de todo el alumnado, para lo cual será necesario la implicación, no sólo de los docentes y trabajadores del centro, sino también de las familias.

En concreto, el trabajo del docente sobre la diversidad cultural y de qué manera la trata y habla de ella, puede incidir en la actitud del alumnado por lo que se debe transmitir a los niños/as la idea de que la diferencia no es desigualdad, si no que al conocer diferentes culturas aprendemos otras lenguas, costumbres, tradiciones…

Además, el profesorado debe promover actitudes, valores y conocimientos tolerantes para crear un clima favorable en el aula y familiarizar a los alumnos/as con la realidad de nuestra sociedad, es decir, desde la educación se deberá favorecer que los estudiantes sean conscientes de la multiplicidad cultural que les rodea y a la que están accediendo.

En definitiva, lo que se pretende conseguir es que el alumnado no considere una cultura mejor que otra y que entienda que ser diferente no es algo negativo, sino todo lo contrario, enriquecedor.

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