Durante los últimos años, la Formación Profesional (FP) ha tomado gran relevancia en nuestro país, superando la tasa de estudiantes que se matriculan hasta un 30% más si comparamos con la realidad de hace cinco años. Es por ello por lo que los centros se ven desbordados, completando el número de plazas disponibles fácilmente y siendo necesaria la apertura de nuevos centros que permitan el acceso a un mayor número de alumnado. Es así como este modelo educativo se ha convertido en una opción más para los estudiantes que finalizan los estudios obligatorios.
¿Pero por qué la Formación Profesional está siendo tan aclamada estos últimos años? Existen diversos motivos, pero en este caso nos centraremos en dos apartados. Por un lado, permite al alumnado más joven elegir un camino que le acerque a la profesionalización desde edades más tempranas. Es un hecho que las prácticas son insuficientes, incluso a veces inexistentes, en otras etapas educativas, por lo que cierto sector de la población opta por la FP como una manera de ingresar en el mundo laboral lo antes posible. En este punto, está surgiendo un debate entre la profesionalización y el estudio meramente académico, siendo este último rechazado por ser considerado una «pérdida de tiempo». Existe la creencia de que la parte académica impide conocer la realidad del futuro empleo en el que se quiere postular. Es común el sentimiento de no saber tras la realización de otras etapas educativas que no priorizan las prácticas en puestos de trabajo, siendo la experiencia un factor clave para el encuentro de un empleo.
Por otro lado, la Formación Profesional no solo se adapta al alumnado más joven, sino que es una oportunidad para las personas adultas que buscan una segunda oportunidad en sus vidas. Este tipo de estudios permite involucrarse en nuevos sectores de una manera más rápida, siendo capaces de ampliar sus conocimientos. Es así como la FP es una decisión para todo tipo de públicos, lo que deriva en el gran aumento que estamos observando recientemente. Por tanto, estamos hablando de «oportunidades», concepto que no se relaciona con estudios universitarios, por ejemplo. La inserción laboral tras la finalización de este último tipo de estudios está siendo cada vez más dificultosa, por lo que el alumnado opta por las FP como una manera de intentar asegurar un futuro dentro del mundo laboral que parece muy lejano tras la Universidad.
Tras estos cambios que han ido surgiendo con los nuevos replanteamientos sociales, se ha creado FP Conecta, una plataforma virtual que permite relacionar a todos los agentes involucrados en la Formación Profesional, desde el alumnado hasta el profesorado o las empresas. De este modo, se permite aportar o pedir puestos de trabajo, proyectos o cualquier medida que tenga relación con la FP. Esta es una muestra más de la importancia que está tomando este tipo de estudios, pues está siendo necesario un plan que modernice el sistema que se ha construido. Dentro de estos cambios, se busca priorizar el capital humano, como una manera de perfeccionar la empresa a través de la propia mejora del trabajador. Por consiguiente, se relaciona con conceptos tales como la competitividad, el talento o la profesionalización.
Existen diversas reflexiones alrededor de estas nuevas medidas que priorizan el capital humano, haciéndonos replantear si verdaderamente nos conecta, como bien indica el nombre de la plataforma, o nos desconecta de nuestra propia esencia humana. Pero lo que no se puede negar es la gran importancia de esta formación, por lo que los cambios están siendo necesarios. Vemos la modernización de este tipo de estudios, ¿pero dónde queda el progreso del resto de etapas que conforman el sistema educativo? Quizás el verdadero problema no es más que la obsolescencia de un sistema tradicional que no ha sido capaz de acercarse a la realidad de nuestro mundo actual, generando dudas en el futuro de las personas que deciden emprender ese camino. Por tanto, quienes optan por ese rumbo, sienten que su formación no es útil para la vida actual, por el mero hecho de que estamos construyendo unos aprendizajes pasados que no se adaptan a la verdad. En este punto surge el siguiente planteamiento: ¿se puede hablar de aprendizaje cuando no existe significancia con la vida diaria de la persona?
En conclusión, la Formación Profesional es el camino que se irá tomando cada vez con mayor asiduidad, por el hecho de que no se ha estancado en el pasado, sino que forma para un mundo laboral actual, a través de prácticas en empresas y espacios reales que permiten conocer cómo será la inserción laboral en un ambiente que existe. Por consiguiente, el verdadero punto a observar son esas etapas educativas que se han estancado. Si queremos que haya diversidad de opciones, deben ser útiles todas en su totalidad. En caso contrario, la Formación Profesional seguirá siendo la opción más viable para quienes quieren ingresar en el mundo laboral.
