El Tribunal Constitucional (TC) avala la LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación), por lo que esta se configura como la nueva ley administrativa según la cual se sientan las bases del sistema educativo español. Comúnmente se conoce como Ley Celaá y ha supuesto el reemplazo de la LOMCE, vigente desde 2013.
Esta se construye a través de la transformación, actualización y perfeccionamiento de la Ley educativa de 2006 (LOE), sin embargo, esta conversión no ha sido de agrado para muchos, generando un gran debate y descontento entre la población.
¿Quieres saber más sobre ello? ¡Sigue leyendo!
Sociedad y transformaciones en educación
Se define sociedad como un conjunto de personas que comparten intereses, se relacionan y colaboran de manera organizada entre ellas a modo de conseguir objetivos comunes. La sociedad actual, también conocida como sociedad de la información y el conocimiento, se caracteriza, entre muchos otros elementos, por el cambio, la gran diversidad existente en ella, el avance tecnológico o la interdependencia entre sujetos. No obstante, esto no ha sido siempre así, ya que nos encontramos en constante evolución y transformación. Así, las características de una sociedad no son siempre las mismas, ya que estas van variando en función de la época o momento histórico.
En este sentido, el sistema educativo no puede quedarse atrás, teniendo que adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad en cada época para, así, poder dar respuesta a los intereses y necesidades del alumnado que acude a las instituciones educativas de un país en el momento concreto en el que se encuentra escolarizado. En este sentido, cada cierto tiempo, es necesario implementar rermas en la legislación educativa que garanticen una atención óptima a las exigencias de la población.
La Ley Celaá surge de esta manera. A través del reajuste de la LOE (2006), se procura que todas las demandas de la comunidad educativa se vean cubiertas de manera adecuada y satisfactoria, teniendo en cuenta las características de la población y del contexto en el que se encuentra inmerso el sistema educativo, aunque, en este caso, la respuesta de los sujetos no ha sido la esperada con la reforma.
¿En qué consiste la Ley Celaá?
La Ley Celaá consiste, principalmente, en una renovación de la Ley Orgánica 2/2006 de mayo, de Educación (LOE). A través de su aprobación, se ha derogado la LOMCE, la cual ha permanecido vigente desde 2013. Esta, ha introducido diversos cambios con respecto a la legislación educativa anterior, los cuales han supuesto un gran debate entre la población española.
Estas modificaciones se han dado teniendo como referencia cinco perspectivas clave que se han constituido como la base de la Ley Celaá. Así, la primera perspectiva hace referencia a los derechos de la infancia, poniendo un mayor énfasis en el menor y en su derecho, por serlo, a recibir una educación. En segundo lugar, se pone atención en la igualdad entre los distintos géneros, lo que se trabajará a través de la coeducación y tendrá como objetivo prevenir la violencia de género. En tercer lugar, se pone mayor atención en mejora de las instituciones educativas mediante la personalización del aprendizaje del alumnado. El cuarto enfoque por el cual se rige esta ley hace referencia al cuidado del desarrollo sostenible según la Agenda 2030. Finalmente, se le da un enfoque digital, poniendo atención al cambio que está suponiendo en las dinámicas educativas.
Pero concretamente ¿en qué consisten los cambios introducidos por la Ley Celaá? ¡Te contamos más a continuación!
Modificaciones más relevantes que ha introducido la Ley Celaá
La nueva ley educativa (Ley Celaá) incorpora diferentes alteraciones que suponen una actualización de la LOE (2006). A pesar de ello, estas no han generado el impacto que deseaban, ocasionado inquietud entre los ciudadanos.
En este sentido, algunos de los aspectos que han generado más controversia, y que han contribuido a crear esa situación de malestar generalizado entre la colectividad, han sido:
- Lengua castellana y lenguas cooficiales.
Se establece que las Administraciones educativas de cada Comunidad Autónoma deben respaldar el derecho de los estudiantes a aprender los contenidos de las distintas materias en castellano, así como en las lenguas cooficiales de cada sitio, dándole la misma importancia al dominio de ambas lenguas.
De este modo, el castellano deja de figurar como lengua vehicular. En las autonomías, la asignatura correspondiente a la lengua se denominará Lengua Cooficial y Literatura.
- Ayudas a centros privados.
Se decreta que aquellos centros que se financien, ya sea de manera total, o parcial, a través de fondos públicos, tendrán que adoptar una perspectiva que contemple la igualdad de género. Esto será posible mediante la coeducación.
A este respecto, aquellos centros educativos que establezcan una diferenciación de su alumnado por sexo no podrán gozar del sustento económico público.
- Centros de Educación Especial.
Esta nueva ley, en su cuarta disposición adicional, establece que en un periodo de 10 años todos los centros educativos ordinarios deben equiparse con los recursos necesarios para poder acoger de manera adecuada al alumnado con necesidades educativas especiales (NEE), ofreciéndole mejores condiciones educativas y brindándole una atención personalizada que satisfaga sus demandas.
Así, los centros de Educación Especial pasan a un segundo plano, ya que únicamente deberán acoger a aquellos alumnos con NEE que requieran de un mayor grado de atención. Además, ejercerán la función de apoyo a los centros ordinarios.
- Repetición de curso.
Con respecto a este tema, la Ley Celaá establece que los alumnos no repetirán un mismo curso únicamente por razones de suspenso, sino que esta cuestión será una decisión conjunta que recaerá sobre el criterio del equipo docente. Los estudiantes de enseñanza obligatoria podrán repetir un máximo de dos veces.
En el caso de que un alumno/a repita curso, no podrá hacerlo del mismo modo que lo hizo la vez anterior, sino que lo hará teniendo como base un plan individualizado. Además, su progreso deberá ser revisado de manera continua por los docentes que tengan contacto directo con él/ella.
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