Hoy en día construir una convivencia pacífica dentro del ámbito escolar se está convirtiendo en un desafío para los centros educativos, sobre todo para los de secundaria.
La convivencia escolar hace referencia a las relaciones que se establecen entre los miembros que configuran la comunidad escolar. Se persigue que estas relaciones sean positivas, basadas en la tolerancia, el respeto, la igualdad, solidaridad, fraternidad, paz y conocimiento del otro.
Por su parte, la disciplina escolar hace referencia al conjunto de reglas y normas que regulan y organizan la convivencia dentro del ámbito educativo, para que esta sea lo mejor posible. Será aplicable tanto a alumnos como docentes. A través de la disciplina, se mejorarán los procesos de enseñanza aprendizaje.
Una buena convivencia escolar, supone por tanto una relación positiva entre sus miembros y permitirá que se cumplan los objetivos educativos propuestos.
Pero actualmente, como veníamos comentando anteriormente, es cada vez más difícil construir una convivencia pacífica dentro de ámbito escolar.
La familia, la sociedad y la escuela están en un punto de cambio importante en donde los valores van cambiando y los modelos a seguir ya no son los mismos que antes. Es patente que en muchas ocasiones los valores y modelos que los alumnos /as ven en la familia, no corresponden con los que se les presentan en la escuela, es por ello que se requiere de una trabajo conjunto y colaborativo para que el desempeño escolar no se vea afectado.
Necesidad de unas normas básicas de convivencia
Las normas las elabora el equipo directivo del centro educativo, y tienen como objetivo que todos los miembros que conforman la comunidad escolar sepan cómo comportarse, que pueden o no hacer , cuáles son sus derechos y obligaciones.
Deben conocer bien estas normas para evitar conflictos, no obstante, siempre surgen algunos dentro de ámbito escolar. Lo que se pretender es encontrar soluciones de forma pacífica a estos conflictos y que todas las partes salgan beneficiadas.
Estas normas quedarán recogidas en los documentos internos de centro educativo, concretamente en el plan de convivencia. Es importante, que estas normas estén bien enunciadas y justificadas con claridad, que sean pocas y coherentes, que sean conocidas y aceptadas por todos y que cumplidas. Con ellas se logrará un ambiente ordenado, tranquilo y pacífico.
Algunas de estas normas básicas para mejorar la convivencia pueden ser:
- Ser puntual en la asistencia a la escuela y hacerlo con regularidad.
- Tener actitudes correctas de respeto con profesores y compañeros.
- Respetar los derechos y la dignidad de todos los miembros de la comunidad.
- Buenas condiciones de higiene y salud.
- Respeto hacía la integridad física, moral y emocional de todas las personas.
- Cuidar y respetar la higiene de las aulas.
- No fumar dentro de los centros educativos ni docentes ni alumnos.
- Respetar la diversidad.
- No agredir a nadie ni interferir violencia para la resolución de conflictos.
- Mostrar interés por los aprendizajes.
- Llevar a clase todos lo materiales necesarios.
- Vestir adecuadamente.
- Ser amables y educados con todos los miembros de la comunidad educativa: profesores, compañeros, conserjes, personajes…
El plan de convivencia, así como el reglamento que se recoge dentro tiene como objetivo principal prevenir, favorecer la convivencia escolar, detectar y atender de forma rápida cualquier comportamiento incorrecto y constituir una herramienta en casos de acoso.
Dentro de este plan quedan reflejadas la conductas incorrectas y no deseadas, que ponen en riesgo la convivencia, así como las sanciones correspondientes que se aplicará a cada una de ellas.
Es importante que los decentes trabajen también la convivencia dentro del aula, para favorecer un ambiente optimo entre sus alumnos y que todos puedan alcanzar los objetivos de aprendizaje.
Si quieres saber más sobre convivencia y disciplina escolar, puedes consultar nuestro Curso de Normas de convivencia escolar e Intervención educativa para la mejora de convivencia y la disciplina escolar.
