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Manipulación de los medios de comunicación

Melania Pérez García

Publicado el 30/11/2017 20:11

Esta publicación gira en torno a una problemática presente en la sociedad, como es la manipulación que los medios de comunicación y la publicidad ejercen en las personas. Dentro de su contexto informal, profesan múltiples conocimientos invisibles al consciente humano, pero no así para el subconsciente. A través de éste, toda la información que en un principio pasa desapercibida ante nuestros ojos, queda atrapada en nuestro cerebro y es por eso que tiene cabida, a semejante envergadura como se aprecia en la actualidad, el acto del consumismo.

Manipulación propiamente dicho suena mal y tiene connotaciones negativas, por eso queda más lícito decir que transmiten un mensaje pero, recordemos una frase popularmente conocida, atribuida al alemán Goebbels, que marcó una época en la historia; una mentira repetida mil veces se convierte en una gran verdad…

Cuando los medios de comunicación surgieron se consideró que harían llegar a la ciudadanía la realidad que les rodeaba. Actualmente se continúa pensando, sin ser conscientes de que las personas propietarias de las cadenas de radio, televisión, prensa, editoriales, etc., conforman poder, lo que se traduce en sesgo de la información según intereses y, claro está, que la sociedad así lo capte.

Dentro de los mass media, la televisión es el más utilizado para el entretenimiento y el que más influencia tiene. Es capaz de enajenar a las personas de la realidad, de aislarlas por momentos y de transmitir mensajes que harán que, trasladado al plano cotidiano, se vean normales. Un ejemplo de ello pueden ser los anuncios de productos de limpieza, de higiene y cosmética que son anunciados por mujeres y van dirigidos a ellas.

En el lado opuesto a estos anuncios se encuentran, por ejemplo, los de coches, donde el hombre aparece empoderado y capaz de comerse el mundo sin permitirse bajar la cabeza si lo necesita. Una imagen no muy positiva para él, al igual que tampoco el anterior para la mujer. Aquí se puede contemplar cómo la publicidad transmite roles de género tradicionales.

Obligada mención debe hacerse a aquellos donde el sexismo y la cosificación de la mujer no pasan desapercibidos, pero sí pasa desapercibida la repercusión que pueden tener en las personas, principalmente aquellas que comienzan a formar su identidad contemplando esto, como son las y los adolescentes.

O, por ejemplo, aquellos anuncios que prometen la poción mágica para la eterna juventud haciéndonos creer que existe usando productos, o mostrando el paso del tiempo en la piel y el cuerpo de las personas como algo feo que hay que eliminar, principalmente el de las mujeres, claro.

Pero no solo influye este tipo de anuncios, también hay que destacar aquellos cuyos receptores directos son los niños y las niñas. Ahora que está llegando la navidad, no hay más que hojear las revistas de juguetes que dejan en el buzón de casa para contemplar cómo, ahí también, se reproducen roles de género apareciendo imágenes de niños con coches o disfraces de héroes y niñas vestidas de rosa con sus bebés de rosa, sus muñecas de rosa, el fondo de la revista rosa y al lado de una cocinita.

Cuando una idea es compartida por varias personas se convierte en la ideología que impera y se hace real, tenga sentido o no. Si estas ideas cambian, la sociedad entera cambia, por eso, si se decide fomentar un estereotipo a través de los medios, tengamos por seguro que predominará en la mente de las personas por encima de cualquier otra cosa.

Por todos es sabido que la forma más eficaz para aprender una conducta es imitando lo que se ve, y principalmente los niños y las niñas, que si no se les hace razonar sobre el contenido de la información que están recibiendo, creerán que es lo correcto. Es por eso que este tema debería ser asignatura obligatoria en los centros educativos, para preparar al futuro, que son ellos y ellas, con un pensamiento crítico de la realidad.

Las personas creemos, o queremos creer, que lo que pensamos es decisión propia y que no estamos influenciados por nada ni nadie, pero lo cierto es que la publicidad está estudiada y preparada para apelar directamente a las emociones de las personas a través de sonidos, imágenes y discursos atrayentes. Así lo confirma el hecho de que, en bastantes ocasiones, los anuncios no se centran en mostrar el producto que ofrece, sino en exponer al receptor de su mensaje escenas que vayan directas a sus emociones. Un ejemplo de ello son los anuncios navideños de lotería donde los valores que se visualizan son de solidaridad, generosidad, valor de la familia y la amistad, unión y alegría entre otros, cuando el trasfondo es que se consuma ese producto.

 

A través de todo ello se transmite conocimiento y educación, entonces, si unas cuantas personas son capaces de dirigir todo aquello de donde recibimos información, ¿qué nos queda que pensar?...

 

Para finalizar, me quedo con una cita de Shertcher (2004 citado en Serrano, 2008), que expone que:

 

A medida que el poder pasa a manos de los gobiernos de las multinacionales, la gente normal tiene cada vez un papel menor en la toma de decisiones…de ahí que el consumismo prevalezca sobre la ciudadanía…de ahí el mantra que los medios transmiten a las masas: “Cállate y compra”. (p.20)

Todo está más que estudiado, qué publicitar, cómo hacerlo, qué música usar, qué sensaciones transmitir, quién o quiénes serán los actores y las actrices, a qué hora se programa…todo. Mientras tanto, nosotros y nosotras creyéndonos lo que nos cuentan y enriqueciéndoles cada vez más y más….

 

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

 

Serrano, P. (2008). Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra. Barcelona: El Viejo Topo

Imágenes:

 

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