Urge elevar los niveles de lectura: una tarea pendiente
Ramón Ojeda
Leer es una habilidad básica para sobrevivir en un mundo letrado, me explicaba una asesora del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), institución gubernamental que en México se dedica desde hace casi cuatro décadas a alfabetizar a adultos que no tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela por múltiples razones e indudablemente el no saber leer antepone un sinfín de obstáculos al individuo para que pueda conducirse con soltura e independencia en un medio en el que la comunicación escrita es omnipresente.
Libros, revistas, periódicos, letreros, anuncios, carteles, señales de tránsito, señalamientos y destinos en carreteras, advertencias e instructivos requieren de la lectura, pero también los contenidos de las Tecnologías de la Información y Comunicación, por más que la imagen prevalezca sobre lo escrito, los caracteres escritos, las letras, siguen siendo el elemento central de estos dispositivos; manejar la lengua escrita es básico para conocer y entender este mundo cada vez más complejo.
Por lo anteriormente dicho se desprende que la lectura es importante porque estamos rodeados de información escrita y el aprendizaje en cualquiera de sus niveles requiere de esta habilidad que, idealmente, debe ir en aumento, esto es, conforme pasamos de un nivel inferior a uno superior, nuestra habilidad lectora debe ser cada vez mejor para comprender lo que resulta cada vez más complicado por cambios tecnológicos que modifican nuestro entorno y hasta nuestras relaciones. Pero se lee muy poco, como lo muestra la siguiente gráfica:
Los datos son alarmantes. Y ese es el meollo del asunto: si no se lee, no se comprende y si no se comprende no se actúa adecuada y efectivamente sobre el medio y mucho menos se puede modificar en función de nuestras necesidades y nuestro desarrollo personal y profesional.
Los mexicanos cada vez leemos menos y eso parece estar asociado a una debacle cultural, social, política y hasta de salud pública. Si no se lee no se accede a la cultura en sus diversas manifestaciones como son las artes; hay un deficiente gusto musical, no se interesa por el teatro o la danza o simplemente se ignora todo lo que el medio artístico ofrece a público. No leer impide conocer las leyes, las normas de trato social y la convivencia se ve afectada por desconocer la diversidad que es propia de una sociedad como la nuestra. Si no se lee se desconoce la historia del país y nuestra cultura cívica y política se reduce dramáticamente, haciéndonos presa de los abusos del poder político, y si no se lee, las enfermedades, las epidemias, y hasta los niveles de embarazos no deseados se incrementan, aumentando dramáticamente los niveles de morbilidad y mortalidad.
Leer libera y reduce la ignorancia, pero también permite al lector disfrutar del contenido de un libro: información general, historia, ficción, entretenimiento, diversión. La lectura no sólo nos da la posibilidad de adquirir conocimientos, habilidades y destrezas de todo tipo, sino también nos puede elevar y sumergir en los extraordinarios y fascinantes mundos de la imaginación, de la ficción, sea esta novela, cuento, narración, mitología o poesía.
Leer también causa placer y por tanto el libro es un buen recurso para disfrutar de momentos inigualables, sea en la individualidad o bien cuando los padres les leemos a nuestros hijos un relato, un cuento, una historia, porque con ello podemos presenciar el surgimiento del hábito lector.
La biblioteca es el espacio para que los niños y niñas de primaria puedan convertirse en asiduos lectores, siempre y cuando sean conducidos como si fuesen a un paseo en el parque de diversiones. La lectura como opción libre, no como una tarea, como una obligación porque así se mata el gusto por leer. En la biblioteca los niños pueden seleccionar lo que más les guste, incluso para llevarlo a casa dejándolo en libertad de tomar el libro les atraiga, sin obligarlos o relacionar la lectura con la superación o el aprendizaje ya que el principal problema de la lectura es que se vinculan siempre con lo educativo o con la “superación personal” insiste Nubia Macías, coordinadora de contenidos del Encuentro de Promotores de Lectura, realizada en el año 2019 en Yucatán. Y agrega: Creo que la lectura lo que te da son otras herramientas, no solamente no sabemos si nos vamos a volver más buenos o más malos leyendo, no tiene que ver con eso, creo que lo que provocamos con la lectura es que la gente tenga capacidad de discernir, de reflexionar y de pensar, la lectura es como el gran espacio de libertad que tenemos como seres humanos; y a mí lo que me interesa es seguir promoviendo ese espacio de libertad, de reflexión, de pensamiento, de discusión, entre más capacidad tengas de reflexión y más palabras para expresarlo, mejor podrás pelear tu espacio, tu territorio, tener esperanza”.1
El libro sigue siendo, a pesar de este ambiente tecnológico que nos rodea, el vehículo idóneo para la lectura porque no requiere, han insistido muchos, de ningún dispositivo electrónico, simplemente se toma el libro y se lee, caso donde sea y a cualquier hora. El libro no es sólo la memoria de la humanidad sino el medio con el que podemos conectarnos con las mentes del pasado, con otras culturas, con otras formas de ver el mundo. Ahí es justamente donde reside su gran valor.
1 https://zetatijuana.com/2019/03/el-principal-problema-de-la-lectura-es-q... educativo-y-con-que-te-va-a-hacer-buena-persona-nubia-macias/
