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¿Se da el valor que se merece a la profesión de animador sociocultural?

JOSÉ LUIS DONAIRE GONZÁLEZ

Publicado el 14/09/2020 12:09

 

La animación sociocultural nace como una necesidad de crear integración, la UNESCO define esta profesión como el “conjunto de prácticas sociales que tiene como finalidad estimular la iniciativa y participar de las comunidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica global de la vida sociopolítica en que están integradas”.

El animador sociocultiural puede convertirse en un agente de cambio con capacidad de escucha, empatía y respeto, lograr a través de la dinámica, integrar al grupo social en el que está realizando su intervención.

Sus ámbitos de actuación pueden ser empresariales, comunitarios, turísticos y siempre con grupos porque su propósito es el bienestar social, el desarrollo de la cultura y el de la comunidad.

Algunas de las salidas profesionales más latentes de esta profesión son el sector del turismo, la recreación y el ocio. En el sector empresarial público o privado, con grupos determinados. En centros de atención social o sanitario. Con colectivos o grupos comunitario, etc…

Ante todo esto, sí es cierto, que la profesión de animador sociocultural es una profesión de frontera ya que desde el mercado laboral, tanto del sector público como del privado, se pone de manifiesto un profundo desconocimiento de los perfiles profesionales socioeducativos en general y de la animación socicultural en particular. Probablemente ha faltado un trabajo pedagógico y también, por qué no, de márqueting, que informara, dignificara y diera el prestigio social que se merece estas profesiones.

Ante esta perspectiva, el mundo empresarial juega con la situación contratando a profesionales de un nivel inferior para funciones que corresponderían a otro nivel. Así, se contrata a monitores para hacer trabajo de animadores socioculturales o de integradores sociales y a estos últimos para hacer funciones de trabajadores o educadores sociales. De la misma manera, y a causa de este desconocimiento, el hecho se produce a la inversa: empresas e instituciones demandan a profesionales licenciados para hacer trabajos que perfectamente se corresponden con de una diplomatura, o bien a profesionales con una diplomatura que son contratados como técnicos superiores e, incluso, demandan técnicos superiores contratados como monitores.

Finalmente es importante destacar a su vez, que el curriculum del animador sociocultural es muy amplio, poco especializado y poco delimitado, lo que le otorga un alto grado de polivalencia, muy apreciado en el mercado laboral.

 

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