¿Será una excusa la pandemia para faltar a clase y agravar el  problema del absentismo escolar?

El absentismo escolar es uno de los problemas más graves a los que se pueden enfrentar, a día de hoy, los centros educativos. Podemos definirlo como la falta injustificada a clase, de manera reiterada, por parte de un alumno. Esto lleva a consecuencias en el aprendizaje de dicho alumno ya que se provoca un retraso en la adquisición de conocimientos.

No se tiene certeza de porqué se da este fenómeno, sin embargo, se piensa que en la mayoría de los casos, se puede deber a una falta de interés por parte del alumnado hacia nuestro sistema educativo. Un indicador del porqué esta falta de compromiso con la escuela, se puede ver en el incremento de este fenómeno en el paso de la Educación Primaria a la Secundaria.

La sociedad tiene consciencia de la gravedad de este asunto, por la estrecha relación existente con el fracaso escolar y el abandono prematuro del sistema educativo. Es por ello, que el gobierno avisa de las sanciones ante las que se puede encontrar una familia en la que los padres deciden no responsabilizarse de la obligatoriedad de que sus menores asistan a la escuela.

Algunas de las causas que conocemos que pueden dar lugar a que un niño no quiera asistir a su centro de estudio son que sea por el mismo, debido a problemas psicológicos, como puedan ser la baja autoestima, trastornos, que se sienta desplazado…, por problemas sociológicos, como por ejemplo, debido a las normas o a las valores que se tengan en su entorno o por problemas personales, como que no sea capaz de adaptarse, sienta que lleva un retraso con respecto a sus compañeros… Entre otras causas, encontramos a la familia, que debido a que atraviese por dificultades económicas, se necesite que el niño deje de estudiar para trabajar y proporcionar ayuda. También puede darse que haya problemas en esta misma, que provoquen el rechazo del niño a la escuela, como por ejemplo drogadicciones, maltratos, conflictos, etc. Aunque no podemos olvidar que también existen problemas relacionados con la etnia y la cultura e incluso, a veces, es el propio centro educativo el problema, debido a la imposibilidad que tenga el mismo de atender de una forma un poco más individualizada a lo que se pueda estar enfrentando cada alumno.  

Hace poco tiempo, con la llegada de la pandemia, quedó prohibida toda salida a la calle que no fuera por causa justificada y con ello, también quedaron suspendidos los colegios. Fue ahí cuando tuvimos que hacer frente a una dura realidad, y es que, nuestro sistema educativo no está preparado para dar clase a distancia y si se consigue hacer los resultados, en la mayoría de los casos, resultan insatisfactorios. Por ello, se han estado preparando planes de intervención, para esta vuelta al cole tan diferente, con la intención de tomar todas las medidas posibles para la prevención  de contagios de COVID-19 y que los niños puedan asistir al colegio con algo más de tranquilidad.

A pesar de ello, son muchos los padres, que teniendo a sus hijos escolarizados en cursos obligatorios, manifiestan su negación de no llevarlos al colegio, detrás de su pensamiento de que esas prevenciones que han dicho que van a ser adoptadas, no son suficientes para poder garantizar la salud de sus menores. Esto ha provocado que políticos y  medios de comunicación tengan que recordar a todas esas familias las consecuencias legales del absentismo escolar no justificado, aun en tiempos de COVID-19.

¿Significará esto el escondite del absentismo escolar bajo la excusa de este virus? ¿Llegaremos a tener la mayor cantidad de abandono escolar con el virus? ¿Provocará esta pandemia que aumenten las tasas de analfabetización? Son preguntas para las que todavía es pronto tener respuesta. Debemos esperar para ver como evoluciona todo y saber en el punto en el que nos podemos llegar a encontrar.