Desgraciadamente, cada vez más, son los casos de bullying en los centros educativos. Una alarma social que ha sido captada por las instituciones que están poniendo medios para tratar estos casos desde una triple perspectiva: prevención, protección e intervención.

En este contexto nace la figura del Coordinador de Bienestar que aparece recogido en la LOMLOE. Recibe este nombre, ya que, se trata de lograr el bienestar de los niños y niñas a niveles emocional.

Ahora bien, lo novedoso de esta figura en las aulas, está generando un poco de confusión en cuanto a sus funciones, la formación que debe tener o sobre quiénes deben de llevar a cabo esta labor.

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¿Qué formación debe tener el coordinador de bienestar?

La figura del coordinador de bienestar tiene su origen en la Ley de Protección de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, que aparece también recogida en la que se conoce como Ley Celaá. Ahora bien, son las comunidades autónomas las que deben regular esta nueva figura, existiendo entre ellas discrepancias al respecto.

Actualmente, no existe una formación específica al respecto que dote a esta figura de las competencias profesionales necesarias para llevar a cabo el cometido por el que ha sido creado. Si se tienen en cuenta las funciones que llevará a cabo de “pacificador” de las aulas, podría ser interesante que estuviesen formados con algún postgrado en mediación escolar.

No obstante, aunque depende de la regulación autonómica, las habilidades comunicativas y de negociación de quienes están formados en esta disciplina pueden ser muy beneficiosos para llevar a cabo la labor que les son encomendadas.

¿Quiénes hacen de coordinador de bienestar?

La disparidad de criterio entre las comunidades autónomas hace que varíe la persona que hará de coordinador de bienestar.

Así, mientras que en algunas comunidades este rol está siendo asumido por los propios docentes aumentando así su carga de trabajo. En cambio, en otras reclaman mas recursos para contratar a personal externo y reforzar el compromiso institucional por acabar con el bullying de mano de profesionales cualificados para lograrlo.

¿Qué funciones tiene el coordinador de bienestar?

Se puede englobar las funciones del coordinador de bienestar desde una perspectiva multilateral: planificación, prevención, formación e intervención y detección.

• Planificación: será la persona encargada de orquestar el plan de convivencia de los centros educativos y difundir los beneficios de una alimentación saludable y nutritiva con especial mención a los niños y adolescentes más vulnerables.
• Prevención: implantar una cultura de respeto y buenos tratos en el centro, promover los métodos de resolución de conflictos alternativos, y respetar la diversidad en las aulas.
• Formación e intervención: se encargará de dar formación sobre planes de prevención o detección precoz del bullying tanto a docentes como al alumnado. Del mismo modo, se encargará de crear protocolos de actuación que serán del conocimiento de todo el personal del centro. También podrá informar a las autoridades competentes cuando exista algún caso de bullying.
• Detección: cuando exista un caso de acoso escolar, se deberá encargar de alertar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando exista un riesgo para la integridad de los menores del centro.

Hasta las aulas y más allá: el Ciberacoso

Fruto de la digitalización actual que inunda la sociedad, ha provocado que el coordinador de bienestar lleve a cabo su lucha contra el bullying también a contextos virtuales. En este sentido, no podía quedar fuera de la labor de este profesional los casos de acoso y ciberacoso escolar para erradicar otro tipo de bullying que traspasa los muros de cualquier centro escolar.

Casos como el grooming o el sexting deberán ser erradicados de los centros educativos, y es el coordinador de bienestar el que deberá ser el némesis de esta forma de bullying derivado de la era digital.