El macroinforme educativo anual que presenta la OCDE ya ha visto la luz y nos aporta datos sobre el pasado curso 2021-22. ¿Y hay alguna sorpresa? El dato que más resalta sobre el resto es que el 28 % de los españoles de entre 25 y 34 años no han llegado a titularse en Bachillerato o en Formación Profesional de Grado Medio, quedándose en la ESO. La media europea se encuentra en el 12 %, lo que nos deja un panorama desolador.

El dato no es para nada positivo, pero sí es verdad que se ve una mejora significativa respecto a 2011, hace justo 10 años. En dicho año, el porcentaje de españoles que no se habian titulado ni en Bachillerato ni en Formación Profesional de Grado Medio se situó en el 34,6 %. Así pues, aunque mejoramos nuestros propios datos, nos encontramos lejos de los números que reinan en la Unión Europea. 

La Educación Superior reina en España 

Este informe del que hablamos, Education at a Glance 2022 de la OCDE, también nos deja una serie de datos positivos. Por ejemplo, el porcentaje de jóvenes con una titulación terciaria (Formación Profesional de Grado Superior o formación universitaria). Y es que casi la mitad de los españoles de entre 24 y 34 años, un 48,7 % para ser exactos, tiene una titulación de educación superior. 

Este dato se sitúa por encima de los números que logramos en 2011 (8,4 puntos más) y en 2000 (15 puntos más). Además, esta cifra se sitúa por encima de la media de los países de la OCDE, que cosecha un 46,9 %, y por encima de los 22 países de la Unión Europea, con un 45,9 %.  

Así pues, podemos decir que casi la mitad de la población joven tiene una titulación superior. Estos números contrastan enormemente con los que anteriormente citados, por lo que nos encontramos con dos realidades muy diferentes dentro del país. 

Otro dato más que positivo es que de toda la población adulta de España, que comprende entre los 25 y 64 años, un 40,7 % dispone de una titulación de nivel terciario. Este dato también se encuentra por encima de la media de la Unión Europea, que se estanca en un 38,8 %. En contraposición, un 36,1 % de la población adulta tiene estudios inferiores, superando con crecer el 16,4 % que marca la media en los países de la Unión Europea. 

¿Y qué pasa con los “ninis”? 

Por un lado, tenemos que destacar que, en España, un 28 % de los adultos jóvenes entre 25 y 34 años abandonaron el ámbito educativo sin obtener ninguna titulación. Se trata de un porcentaje elevado y preocupante, ya que la propia OCDE resalta lo importante que es conseguir, aunque sea, un título inferior para obtener un buen trabajo y unas buenas condiciones laborables. 

Por otro lado, el 20,3 % de los jóvenes entre 18 y 24 años en España son “ninis”, mientras que este porcentaje baja al 14,2 en la media de los países de la Unión Europea. De esta manera, podemos unir el porcentaje de personas que ni trabajan ni estudian y el de adultos que no tienen ninguna titulación. Son dos datos preocupantes en los que poner el foco, ya que hay que remodelar la educación para que todo el mundo obtenga un título. 

Crece el número de estudiantes que eligen las carreras STEM 

Las carreras STEM son las carreras de Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas. Los datos indican que un mayor porcentaje de españoles eligen estas formaciones, acercándose a la media de la Unión Europea. ¿Y por qué eligen estas especialidades? Porque presentan un mayor índice de empleabilidad, cercano al 90 %. Así pues, si terminas tus estudios, prácticamente tienes asegurado un empleo. 

Otra idea que respalda el informe de la OCDE es que, a mayor nivel formativo, mayor retribución. Por ejemplo, la población española con estudios superiores gana un 41 % más que los titulados en Educación Secundaria. De esta manera, si decides estudiar una formación superior o terciaria, debes saber que tienes más posibilidades de encontrar trabajo y, seguramente, ganarás más dinero que el resto. 

Los retos educativos que tenemos que afrontar 

Hay que lograr que un mayor número de españoles consiga un título a nivel básico, además de que hay que conseguir que se entusiasmen con un área de conocimiento y continúen sus estudios hasta los niveles de educación superior o terciaria. Para ello es importante incluir innovaciones en los procesos educativos y en los modelos de enseñanza. Hay que aprender a motivar a los alumnos de una forma correcta y efectiva. 

¿Y cómo podemos conseguir estos objetivos? A través de una correcta formación del profesorado. Necesitamos docentes que se formen continuamente y que no tengan miedo de implementar nuevos métodos y técnicas de enseñanza. Necesitamos profesores que estén comprometidos con su trabajo y que se mantengan actualizados. Así, conseguiremos ofrecer una educación de calidad para todo el mundo. 

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