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Nos vamos de versos

Amelia Pellicer Villanueva

Publicado el 16/10/2023 15:10

"La poesía es algo que anda por las calles. Que se mueve, que pasa a nuestro lado. Todas las cosas tienen su misterio, y la poesía, es el misterio que tienen todas las cosas" Federico García Lorca

 

Cuando la poesía conecta y transforma: Un viaje desde el "Poetry Bar" a la colaboración intercentros.

En la búsqueda de alejarse de la monotonía escolar y explorar nuevas dimensiones del aprendizaje, surgió "Nos vamos de versos". Un proyecto que se convirtió en una peculiar forma de conectar, socializar y vincular a estudiantes de diferentes centros a través de la poesía. Sin embargo, lo que comenzó como una simple idea se transformó en un viaje educativo excepcional que trascendió las aulas.

 

La génesis del Poetry Bar.

Cansados de la rutina escolar, decidimos empezar el curso dándole un giro inusual y emocionante a nuestras actividades educativas. Así nació el "Poetry Bar," un rincón dedicado a la poesía, versos y rimas que se convirtió en el epicentro de nuestro proyecto. La poesía se convirtió en la brújula que guio nuestro camino y nos unió a lo largo del año escolar.

 

Un Programa para llevar la poesía a nuevas alturas.

Nuestra aventura comenzó cuando nos inscribimos en el Programa de Poesía para llevar, una iniciativa promovida por un conjunto de educadores y educadoras aragonesas, en la que durante el curso 2022-2023 participaron 108 centros educativos. Nuestra misión principal era hacer que la poesía estuviera siempre al alcance de nuestros estudiantes, pero no queríamos conformarnos con una presentación estándar. Queríamos darle un giro creativo y llevar la tradición de los bares a la poesía.

 

El nacimiento del Poetry Bar.

Fue entonces cuando nació la idea del "Poetry Bar," un espacio mágico donde la poesía fluía como el vino en una copa. Los versos se convirtieron en la banda sonora de nuestras clases, y las rimas llenaban el aire como susurros de secretos compartidos. Aquí, en lugar de servir bebidas, ofrecíamos palabras cuidadosamente seleccionadas que se entrelazaban en versos y que estimulaban emociones, pensamientos y reflexiones.

 

Conectando corazones y mentes.

Cada semana, nuestros estudiantes se reunían en nuestro "Poetry Bar" para experimentar la magia de la poesía. Las paredes estaban adornadas con versos, creando un ambiente inmersivo que invitaba a la contemplación y a la discusión. Estos poemas, a menudo apasionantes y profundos, se convirtieron en un puente entre nuestro alumnado, conectando a jóvenes que compartían una pasión por la expresión artística.

El "Brunch Poético" y la elección del poema perfecto.

Pero no nos detuvimos ahí. Nuestros miércoles se convirtieron en días especiales, en los que no solo explorábamos poesía, sino que también nos sumergíamos en actividades enriquecedoras en la biblioteca de nuestro centro durante los recreos de los jueves. Aquí, en nuestro "Brunch Poético," la elección del poema perfecto se convirtió en un desafío apasionante.

Los jueves, durante el recreo en la biblioteca, se llevaba a cabo nuestro "Brunch Poético" nos sumergía en una diversidad de juegos de palabras y aprendizajes lingüísticos. A través de pangramas, caligramas, versos incompletos, haikus y palíndromos, explorábamos las inmensas posibilidades del lenguaje y nos embarcábamos en un viaje creativo y enriquecedor.

Decidimos tomar un enfoque audaz: una cata poética a ciegas. Nos vendamos los ojos, como pudimos, más tarde, cuando compartimos la actividad con otro centro, nos ayudamos con antifaces que potenciaron nuestra concentración. Este proceso nos permitió apreciar el poema desde una perspectiva puramente auditiva, explorando matices, sonidos y rimas antes de profundizar en su significado. El resultado fue sorprendentemente unánime: "He de aprender" de Sara Búho se convirtió en la elección evidente.

 

De cócteles poéticos a poeticomics.

Nuestra creatividad no tenía límites y, durante nuestros brunchs, surgieron ideas innovadoras. Decidimos combinar poesía con cócteles literarios. Recortamos las palabras del poema y las mezclamos en nuestra coctelera de ideas, creando nuevos versos que dieron vida a una carta de cócteles literarios. Nuestro "Poetry Bar" ya tenía casi de todo.

Pero no estábamos satisfechos. Queríamos añadir un toque visual a nuestro rincón de poesía, así que nos aventuramos en el mundo de los cómics. Creamos nuestros propios "Poeticomics," en los que los estudiantes dieron vida a los versos del poema elegido en viñetas artísticas que decoraron nuestro espacio.

 

Compartiendo la pasión con otros centros.

El éxito y la pasión que experimentamos con estas actividades no pasaron desapercibidos. Decidimos compartir nuestra experiencia con un centro educativo cercano. Aprovechamos el Día de la Poesía como la excusa perfecta para hacerlo, creando un intercambio cultural y literario único. Ellos trajeron uno de sus proyectos más destacados, y nosotros compartimos nuestra pasión por la poesía, permitiéndoles participar en nuestra cata y en la creación de nuevos cócteles poéticos.

 

El valor de la colaboración y la inspiración entre compañeras.

La colaboración desempeñó un papel crucial en la realización de este proyecto intercentros. Una figura destacada dentro de este esfuerzo compartido fue una persona cuyo entusiasmo, ideas y dedicación a la mejora de la educación resultaron fundamentales para nuestro éxito. Ambas compartíamos la prioridad de garantizar el bienestar y el aprendizaje de los estudiantes, y esta persona desempeñó un papel esencial en convertir nuestras ideas y objetivos en una realidad que benefició enormemente a todo el alumnado.

 

La poesía como vehículo transformador.

En resumen, lo que comenzó como un proyecto para explorar la poesía se convirtió en una aventura emocionante. Nuestra biblioteca se transformó en un espacio donde la poesía cobraba vida de formas inesperadas, desde catas poéticas hasta cócteles literarios y cómics que adornaban sus estanterías. La poesía se convirtió en algo que podíamos tocar, saborear y admirar, demostrando que la creatividad no tiene límites cuando se trata de celebrar la belleza de las palabras.

La colaboración y la pasión compartida demostraron que la poesía es un puente que conecta corazones y mentes, y que la educación va más allá de las aulas. El proyecto "Nos vamos de versos" se convirtió en un ejemplo inspirador de cómo la poesía puede transformar las experiencias educativas y unir a comunidades educativas a través de la creatividad y la colaboración.

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