Una educación universal es un término que aún nos queda muy grande en este mundo. Y más si hablamos de países o regiones concretas donde la igualdad brilla por su ausencia y donde es la pobreza la que manda sobre el resto de temáticas como es el caso de la educación. Y es que la ONU ha alertado acerca de que millones de niñas latinoamericanas se mantienen fuera del sistema o deben abandonar la escuela a edades muy tempranas.

Bien es cierto que ha existido un gran avance en lo referente al acceso de las niñas a la educación en sus distintos niveles, pero esto no ha sido suficiente ya que el embarazo adolescente, el trabajo doméstico que muchas niñas deben asumir,  y una falta de presupuesto estatal dedicado por completo a la inserción escolar de estas niñas, son las principales causas de abandono escolar temprano de estas niñas.

Roland Angerer, director regional de Plan para las Américas, ha afirmado que “hemos estudiado los presupuestos gubernamentales en varios países y nos damos cuenta que hay más atención social a la niñez pero, específicamente, a la inversión en la educación de las niñas no se le da la prioridad que se debe".

Y es que los beneficios de una educación avanzada y acertada para estas niñas pueden ser innumerables ya que ello les permitirá un acceso al mercado laboral y por consiguiente, un ingreso económico que le permitirá sacar a su familia de la pobreza.

La Organización Humanitaria Plan Internacional afirma que en Latinoamérica poco más de 104 millones de niñas experimentan algún tipo de retraso en las oportunidades de desarrollo por el hecho de ser mujeres y jóvenes, y es que muchas de ellas dejan los estudios básicos debido al trabajo domestico, aunque en otras ocasiones se ven obligadas a hacerlo debido a que en la escuela se reproducen estereotipos de género.

La ONU ha indicado que “la mayoría de los países de América Latina y del Caribe ya han logrado la meta de igualar las matriculas entre los sexos en la educación primaria o se encuentran muy cerca de hacerlo”. Pero a pesar de este progreso, “para muchas niñas pobres de entre 6 y 12 años, asistir a la escuela y completar la educación primera continua representando un gran desafío”.

En muchas familias de la región, las niñas tienen el papel de atender a los hermanos menores y cuidar la casa, por lo que se quedan atrás en la escuela, por lo que acaban saliendo del sistema escolar antes de llegar a cumplir la meta.

Este es un tema del que quizá no se hable mucho o no se tenga mucha información, pero eso no quita que no sea un problema con bastante gravedad. Y es que no podemos olvidar que para que exista una educación universal es de obligado cumplimiento el acceso por igual de niñas y niños, independientemente del género que tengan ni de la situación económica que posean los padres.