El que ya no hablemos siempre que queremos con una persona ya es una excusa. Tenemos numerosos medios para ponernos en contacto con personas que se encuentran tanto a nuestro alrededor como a cientos de kilómetros de distancia.

Somos la primera generación que estamos asistiendo a uno de los mayores avances en lo que a comunicaciones se refiere. Tuenti, Facebook, LinkedIn, Google+, Edmodo, etc. Son nombres que vamos a empezar a escuchar con mucha más asiduidad e incluso a manejar a diario.

Estas redes están muy integradas en nuestra sociedad sobre todo entre los más jóvenes por lo que las redes se han convertido finalmente, nos guste o no, en una nueva herramienta educativa que debemos adaptar a nuestras aulas y metodología.

Estas redes sociales se pueden usar como un puente comunicativo entre profesorado y alumnado o entre el centro y las familias o incluso también, como una fuente de transmisión de conocimientos para nuestro alumnado.

El uso de grupos en las redes sociales nos puede permitir mejorar una comunicación entre el alumnado y el profesorado ya que nos permite opinar y expresar nuestras dudas y nos aseguramos de este modo de que todo el mundo nos escucha.

Además, el uso de las redes sociales con el alumnado nos puede abrir puertas hacia una educación para la navegación segura, ya que en muchas ocasiones, el alumnado hace uso de esas redes sociales sin ser conscientes de los riesgos a los que pueden estar sometidos o a enseñarles a administrar su información de manera adecuada.

El uso de las redes sociales tiene una vertiente tanto positiva como negativa, pero una educación siguiendo un grupo social en nuestro alumnado nos puede ayudar a prevenir futuros problemas en dichos medios así como fomentar una comunicación más estrecha entre profesorado y alumnado.