Como hemos hablado en anteriores post, estos últimos años estamos asistiendo a un afán común por cambiar la metodología tradicional que está instaurada en las aulas españolas. Han sido muchos los movimientos surgidos en las aulas de todo el mundo, y uno de ellos ha sido la pedagogía sistémica.

Este tipo de pedagogía considera al alumnado como parte de un sistema interrelacionado en el que se entiende la Comunidad Escolar como un todo en el que participan todos los miembros: padres, alumnos, dirección, profesorado, orientadores y personal no docente.

Es decir, la Pedagogía Sistémica entiende que el alumno son es un individuo aislado, sino que forma parte de una comunidad que también incide en la educación del mismo. El principal foco de educación en dicha comunidad es, por supuesto, la familia, que es el primer foco socializador del alumno.

Así, la pedagogía sistémica pretende tener en cuenta el contexto, la diversidad y las peculiaridades de cada uno de los alumnos, atendiendo al espacio y a la historia de cada alumno y de su familia así como de los conocimientos previos de nuestro alumnado, sus creencias y su cultura.

Otro de los aspectos a tener en cuenta de la pedagogía sistémica es el tema de la inclusión. Es importante evitar situaciones en la que bien el alumno, o bien su familia se sientan excluidos, sobre todo si esto es debido a  temas raciales como pertenecer a una raza o a una cultura diferente. Esta exclusión puede ocasionar una actitud negativa o incluso un rechazo al sistema y al resto de compañeros pudiendo llegar al fracaso escolar o incluso, en los casos más extremos, a la violencia.

La pedagogía sistémica da mucha importancia al vínculo existente entre padres e hijos así como a la relación entre el alumnado y su cultura o a su lugar de procedencia, ya que una buena relación con sus raíces y con sus padres favorece la educación en valores como el dialogo o el respeto.

Por lo tanto, la pedagogía sistémica persigue una metodología en el que fomente mucho potenciar los vínculos familiares y generacionales así como aumentar su curiosidad por aprender, y fomentar la interrelación con los demás y ser capaces de resolver los conflictos que puedan aparecer.

Para ello se usa el juego o las representaciones como aliados de la enseñanza, por medio de técnicas de comunicación y resolución de conflictos trabajando la creación de nuevos materiales o de nuevas situaciones o técnicas artísticas.