Unas de las pruebas a la que más miedo tiene los opositores es el examen oral. En esta prueba nos enfrentamos a un tribunal en el que todos los componentes nos son desconocidos y que tienen el deber de decidir sobre nuestro futuro profesional. A continuación os dejamos algunos de los consejos para superar satisfactoriamente esta prueba.

Donde muchos opositores encuentran los mayores problemas es a la hora de comenzar con el examen oral. El comienzo es la clave de nuestra exposición, ya que un buen inicio con una buena contextualización hará que hayamos superado el 60% de la exposición.

Es importante tener una actitud positiva y estar seguros de lo que estamos diciendo en todo momento. Si nosotros no somos capaces de creernos lo que estamos diciendo, o si se nos ve inseguros, se lo transmitiremos de esa misma forma al tribunal, por lo que es importante hablar de manera pausada y con una buena entonación.

Para sentirnos más seguros a la hora de exponer en nuestro examen oral, sería aconsejable que ensayáramos con nuestra familia o con nuestros amigos para que ellos nos aconsejaran sobre qué aspectos podríamos mejorar a la vez que nos soltamos y exponemos con mayor profundidad que queremos presentar.

El día de la exposición debemos cuidar nuestra imagen. No debemos llevar ropa que sea exagerada o colores que llamen mucho la atención. Debemos ser lo más discretos posibles ante nuestro tribunal llevando colores neutros que no distraigan de nuestra presentación. En el caso de las mujeres, tampoco deben ir excesivamente pintadas y en el caso de los hombres no deben llevar barba que den sensación de ser personas “descuidadas”.

En el momento de la exposición, debemos tener cuidado con las muletillas que usamos. Si repetimos muchas veces una frase hecha puede sonar bastante repetitivo por lo que debemos tener cuidado con palabras como “por ejemplo”, “entonces”, o “em…”.

Es importante que tengamos un contacto visual constante con el tribunal a lo largo del examen oral, ya que nos dará una percepción de mayor seguridad que si estamos todo el tiempo mirando la pizarra o hacia el techo o el suelo.

El momento final del examen oral es, al igual que el principio, uno de los momentos esenciales de la presentación por lo que debemos tener especial cuidado con la finalización de nuestra presentación.