Con la llegada de las nuevas tecnologías a nuestras vidas, muchos han sido los ámbitos que se han visto influidos por los cambios que éstas han traído consigo. En consecuencia, la educación también está evolucionando en función de esos nuevos instrumentos, por lo que se van conformando nuevos objetivos en las diversas asignaturas así como se cambian las herramientas que se usan en los procesos de aprendizaje y enseñanza, tanto en casa como en la escuela.

Por tanto, para integrar estas nuevas herramientas con los nuevos objetivos y contenidos, es necesario emprender un cambio metodológico que provea de una mayor coherencia y eficacia al proceso educativo.

En ocasiones, las TIC se usan para hacer lo mismo que se hacía antes pero con otras herramientas. Esto es, usando por ejemplo la pizarra digital para explicar y que los alumnos tomen apuntes; la actividad es la misma solo que más vistosa y con la posibilidad de mostrar recursos multimedia. Sin embargo, estas nuevas tecnologías también pueden usarse para hacer cosas nuevas que no podrían hacerse sin estas herramientas. Siguiendo con el ejemplo de la pizarra digital, se puede pedir a los alumnos que busquen ciertos recursos en Internet y que muestren y expliquen a sus compañeros su trabajo usando la pizarra digital.

En cualquier caso, las nuevas metodologías asociadas a las TIC no aseguran el éxito en la escuela. Si bien es cierto que una correcta adecuación de la tecnología a los contenidos/objetivos acompañada de una metodología didáctica pertinente, suele mejorar el rendimiento escolar; el problema reside en la utilización de exámenes de condición memorística ya que las competencias que proporcionan las TIC no mejoran sustancialmente la capacidad memoristica de los alumnos sino que les ayuda en el “saber-hacer” en cuanto a la búsqueda de información, su procesamiento y comunicación.

Por tanto, con un uso pedagógico de las TIC debemos buscar una metodología más adecuada que no solo favorezca el “saber-hacer” sino también el “saber”, ayudándonos de las nuevas herramientas que las tecnologías nos ofrecen para minimizar el problema de la memorización y disminuir así el fracaso escolar producido por esta causa.