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Mandalas y mindfulness en el aula de Educación Plástica Visual y Audiovisual

Naiara González

Publicado el 05/04/2021 16:04

La vida de cada persona es como un mandala:

un vasto círculo ilimitado. 

Pema Chödrön

Introducción

En un mundo como el actual, de ritmos frenéticos, dispersiones, alienaciones digitales y otros estímulos, la materia y el aula Aula de Educación Plástica, Visual y Audiovisual se presentan como un espacio óptimo para desconectar del mundanal ruido y favorecer la introspección del alumno, el autocontrol y un mayor conocimiento de sí mismo. Además, en esta materia se incluye un tema muy interesante: el color, su uso y las diferentes gramas cromáticas. Esta cuestión presenta grandes potencialidades, pues el docente puede invitar a reflexionar sobre la gran variedad de colores que existe y la realidad tan heterogénea que nos rodea, no siendo esta diversidad, en ningún caso, motivo de disonancias, sino más bien fuente de riqueza y de equilibrio. Los mandalas, por su parte, se presentan como un recurso muy interesante para trabajar con el alumnado todos estos aspectos.

Mandalas y mindfulness

El término de mandala procede de Asia, concretamente, es de origen sánscrito y su significado es círculo sagrado. Las tradiciones orientales lo representan como un diagrama central en donde se refleja la dilatación y retracción del universo. Asimismo, es considerado como lenguaje simbólico creado por el hombre debido a su curiosidad por conocer el mundo que le rodea (Tsering 2015). El mandala es también utilizado en un método de relajación, el cual consiste en pintarlo y darle color a través de un procedimiento disciplinado, dando rienda suelta a la imaginación, dejándose llevar por la intuición y las emociones. A través de este proceso el individuo que lo realiza fomenta su creatividad y se introduce en un estado de tranquilidad mental.

En Europa, los mandalas y el mindfulness o atención plena fueron introducidos por el médico psiquiatra y psicólogo Carl G. Jung (1875-1961). Este (en Muñoz, 2018) sostenía que los mandalas eran una representación de la mente y a través de ellos era posible transformar la visión que se tenía de las cosas, desarrollar estados de calma y mejorar la atención. Además, terapeutas como Nancy A. Curry y Tim Kaser llevan tiempo experimentando con los mandalas y la atención plena, aplicándolos en estudios con personas de diferentes edades, y han evidenciado el carácter didáctico de estos recursos. Entre sus características, han observado que favorecen el proceso de enseñanza aprendizaje, la concentración y la expresión. Además, producen estados de calma, liberan pensamientos, despejan y estabilizan la mente, etc. (Curry y Kaser en Sánchez, 2018).

Así las cosas, consideramos que utilizar estos recursos en clase de Plástica era muy positivo. Además, estos pueden resultar estimulantes y motivadores, al despertar la curiosidad del alumnado por un mundo relativamente desconocido y ajeno como el oriental, de donde proceden estos exóticos elementos. Igualmente, teniendo en cuenta las características señaladas antes sobre nuestra realidad actual, nos interesaba mucho que los alumnos/as se beneficiaran y experimentasen por sí mismos las potencialidades de estos recursos.

A la hora de ponerlo en práctica, fijamos como objetivos que los estudiantes aprendieran la simbología del color desde una perspectiva diferente; aumentasen su interés por otras culturas trabajando el mandala y su proceso de creación y que consiguieran apaciguar el ritmo y el estrés de nuestra sociedad actual a través del mindfulness. Igualmente, consideramos que para lograr resultados satisfactorios era conveniente una metodología activa, pues el protagonismo del alumnado es imprescindible para su motivación y permite un aprendizaje evolutivo, constructivo y significativo. Además, Donaire (2006) señala como características positivas de esta metodología la concienciación del alumno, observando que su aprendizaje depende de su implicación; el desarrollo de competencias; el fomento de la creatividad y el desarrollo de la inteligencia emocional. Asimismo, se apuesta por el trabajo cooperativo, en el que interactúen unos alumnos/as con otros/as, pues, de esta forma, como Donaire (2006) destaca, los estudiantes se sienten motivados por el aprendizaje; surge un mayor compromiso e implicación para conseguir los objetivos; el rendimiento de todo el grupo repercute positivamente sobre el conjunto de estudiantes y se producen feedbacks en el intercambio de opiniones. En definitiva, a través de la combinación de estas técnicas se pretende que el alumnado alcance estos objetivos y desarrolle competencias, de manera que los discentes conecten con la vida real y adquieran conocimientos, destrezas, habilidades y actitudes que más tarde sean útiles ante cualquier situación que les acontezca en su día a día.

Nuestra experiencia en el aula

En Educación Plástica Visual y Audiovisual decidimos trabajar la unidad sobre el color a través del mindfulness y los mandalas. Asimismo, se aprovechó que la psicología del color explica que hay diferentes teorías, algunas contradictorias entre sí, y que depende de cada persona; de su cultura; de las sensaciones que nos transmiten los colores; de nuestros gustos o de las asociaciones que hacemos según nuestro estado de ánimo. Los colores están ordenados según las leyes de la percepción (matiz, brillo y saturación) en un espacio. Son seis colores (amarillo, rojo, magenta, azul cyan y verde) los que en una línea de onda producen el negro debajo y el blanco arriba. Por su parte, Canellas (1979) afirma que el color es la forma más concisa para transmitir estímulos a nuestros sentidos y que cada tono provoca una reacción, siendo esta simbólica. Así pues, hay colores que transmiten tristeza, pasión, ternura, fuerza, rechazo, etc. No obstante, estos pueden variar según la persona. Por otro lado, este autor sostiene que el valor psicológico de los colores se da más en las artes aplicadas. Asimismo, afirma que la simbología y el estado emocional depende del contexto cultural y de la época histórica.

Pusimos en práctica nuestra propuesta en la clase de 3º del Programa de Mejora del Aprendizaje y Rendimiento (PMAR) La primera parte, se dedicó a la activación de conocimientos a través de preguntas sobre los colores primarios, complementarios y el círculo cromático A continuación, una vez aclarados los contenidos, se les explicó qué era un mandala y su proceso de ejecución. Después, se les presentó la actividad. Esta consistía en la audición de seis melodías, estructuradas en tres bloques de dos canciones que debían escuchar atentamente con la luz apagada para favorecer la relajación, la concentración y la atención al sonido. Las melodías del primer bloque fueron seleccionadas por su carácter instrumental y tono relajado. Las del segundo, eran canciones de un ritmo relativamente mayor. Por último, en el tercer y último bloque, se usaron dos melodías radicalmente distintas a las anteriores en compás, mucho más excitantes, provocando una activación del movimiento casi involuntaria.

Tras las audiciones, se les dejó un periodo de tiempo para que representasen sobre el papel a modo de mandala las emociones que cada una de las canciones les suscitaba. Para las del primer bloque debían utilizar témperas de los colores primarios; para las del segundo, los secundarios; y para las del tercero, la mezcla de los anteriores.

Posteriormente, cada uno de los estudiantes mostraba y explicaba sus resultados al resto y se dedicaba un corto espacio de tiempo para comentarios y valoraciones sucintas de los compañeros/as. Por último, a modo de conclusión, la docente invitó a reflexionar sobre la diversidad de colores, emociones y expresiones que la misma música había suscitado en cada uno de ellos y como a través del arte era posible armonizarlo todo.

 

Conclusión

Hemos decidido compartir este trabajo porque consideramos que puede resultar muy interesante para otros docentes y también para el alumnado. En nuestro caso obtuvimos unos resultados positivos, pues, los estudiantes se mostraron participativos y muy resolutivos. Esto nos sorprendió porque este grupo de 3º de PMAR era bastante pasivo. Sin embargo, los alumnos/as mostraron unos niveles de motivación elevados durante todo el desarrollo de esta actividad. En su mayoría, coincidieron en que les resultaba más atractiva la música del tercer bloque, demostrando así que son más receptivos/as ante estímulos y ritmos frenéticos. Así pues, la técnica del mindfulness, que apuesta por lo contario, puede requerir algo más de práctica para que los alumnos/as la asimilen y consoliden. Además, al ser algo relativamente novedoso puede ser interesante para ellos/as y también muy beneficioso, ya que esta técnica reivindica y favorece estados de calma y concentración que resultan adecuados para afrontar situaciones de la vida cotidiana actual. En este caso, hemos trabajado la atención plena en Educación Plástica Visual y Audiovisual, pero también sería posible implementarla en otras asignaturas.

En cuanto al mandala y el color, hemos observado que es un buen maridaje. Un elemento tan exótico, como el mandala, es verdaderamente útil para que cada uno se exprese y plasme sus propias emociones, suscitadas por una melodía, en un estado de relajación y atención plena. Los resultados, muy diferentes entre sí, dan cuenta de la heterogeneidad de nuestro entorno y nos sirve para reflexionar sobre la armonía y la tolerancia. Así pues, a través de Educación Plástica, Visual y Audiovisual, y más concretamente mediante la práctica que hemos compartido en este trabajo, se contribuye a conformar un bagaje cultural que puede ayudar a entender el entorno que nos rodea en cada instante de nuestra vida.

 

Bibliografía

Canellas, A. (1979). La psicología del color. Recuperado de http://ibdigital.uib.es/greenstone/collect/maina/index/assoc/Maina_19/79v0p035.dir/Maina_1979v0p035.pdf

Donaire, I. Gallardo, J. Macias, S. (2006). Revista digital. Práctica docente. N.º 3 (julio/septiembre). CEP de Granada. Recuperado de https://cmapspublic3.ihmc.us/rid=1GLSWDJ11-MTW5MJ-H5F/Nuevas%20Metodolog%C3%ADa%20en%20el%20Aula%20-%20Aprendizaje%20Cooperativo.pdf

 Muñoz, E. (2018). Mundo psicólogos. Los beneficios de pintar mandalas en https://www.mundopsicologos.com/articulos/por-que-es-beneficioso-pintar-mandalas

Sánchez, G. (2018). La mente es maravillosa. La técnica del mandala en https://lamenteesmaravillosa.com/la-tecnica-del-mandala/

Tesering, M. (2015). El mandala en la filosofía y el arte de la cultura tibetana. (Tesis doctoral. Universidad Miguel Hernández, Altea). Recuperado de http://dspace.umh.es/bitstream/11000/2526/1/TD%20Tsering%20Riera%20Ortol%C3%A1%2c%20Margarita.pdf

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