Numerosos estudios han demostrado que cuando los padres se involucran de manera activa en la educación de sus hijos y en la escuela, las probabilidades de éxito aumentan exponencialmente. Además de esto, también tiene repercusiones en el comportamiento de los niños y en su actitud hacia la escuela.

En numerosas ocasiones, ésta no es una tarea fácil para los padres debido a razones de tiempo, trabajo o incluso por falta de conocimiento acerca de las tareas que pueden desarrollar en el centro escolar. Aquí os dejamos algunas recomendaciones para acercarnos más al entorno escolar de nuestros hijos:

• Asista a todas las reuniones, sobre todo a las convocadas a principio del curso escolar. Es imprescindible conocer a los docentes de nuestros hijos así como la metodología y evaluación que se va a seguir con ellos. La primera toma de contacto con el tutor nos ayudará a acercarnos un poco más a la realidad de nuestro hijo.
• A principio de curso es también importante informarse sobre las actividades extraescolares que ofrece el centro escolar. De esta formar podremos conocer el ambiente por el que se mueve y trabaja el centro escolar y ser partícipes de algunas de ellas.
• Acércate a ellos preguntándoles cómo les va en la escuela. Es importante que nuestros hijos tengan la suficiente confianza con nosotros como para que nos cuenten sus experiencias y sus anécdotas, de esa forma ellos comprobarán que también somos partícipes de su educación y de su entorno escolar.
• Ayúdale con la tarea. Apaga y aparta de su vista todo lo que le pueda interferir o despistar a la hora de realizar las actividades. Ayúdale a hacer las tarea sin que te lo tengan que pedir, así podrás estrechar vínculos con él o ella.
• Mantén un contacto continuo con el tutor de tu hijo o hija. Nadie mejor que su tutor sabrá decirte el progreso que tu hijo está experimentando en la escuela. Además, podemos intercambiar con nuestro tutor ideas o preocupaciones que nos puedan surgir.
• En el caso en el que el centro escolar le ofrezca la posibilidad, puede trabajar como voluntario en las distintas actividades que se lleven a cabo. Así, nuestros hijos verán que somos parte activa de su entorno y que estamos preocupados por su educación.

Como vemos, la participación activa en la educación de nuestros hijos nos puede llevar a grandes beneficios tanto para nosotros, al posibilitarnos acercarnos a ellos, como para nuestros hijos al vernos participando de su entorno y preocupándonos por su educación, lo cual puede acabar con una mejora en los resultados académicos.

Aprovechemos que falta tan solo un par de semanas para que comience de nuevo el curso escolar para proponernos participar activamente este curso escolar en el colegio de nuestros hijos.  Feliz vuelta al cole.