En Navarra se va a comenzar a llevar a cabo una innovadora estrategia en la que se precisa el ideal pedagógico en cualquier centro escolar: la participación activa de los padres en la educación de sus hijos. Esta estrategia consiste en unos contratos de colaboración entre los centros y las familias del alumnado con notas bajas que establecerán compromisos personalizados.  

Estos contratos serán totalmente voluntarios e implicara la participación activa de los padres y madres en la formación de sus hijos. Esta iniciativa está promovida y avalada por el departamento de educación de dicha comunidad autónoma. Esta propuesta se llevará a cabo a partir del próximo curso escolar.

Esta propuesta fue presentada durante la jornada de ayer por José Iribas, consejero de educación de Navarra, en una nueva edición de los encuentros “hablamos de educación”. Durante estas jornadas, se destaco la importancia del papel de las familias en las escuelas ya que “estudios internacionales certifican que una participación activa de los progenitores mejora el rendimiento académico de los estudiantes”.

En palabras del ejecutivo navarro en un comunicado de prensa, "El objetivo es mejorar el resultado académico de los estudiantes, en la línea de lo establecido por estudios internacionales, que certifican que una colaboración activa entre docentes y progenitores mejora el rendimiento escolar de los alumnos".

Sin duda esta se trata de una iniciativa con una idea que deberían adaptar todos los centros educativos ya que la educación no es un papel que únicamente concierna al centro escolar, sino que el tipo de educación recibida ha de ser conjunta tanto por el profesorado como por las familias, y los conocimientos adquiridos en el colegio han de ser reforzados posteriormente por las familias desde el hogar. Por lo que el papel de trabajo conjunto entre ambos agentes socializadores es esencial para que la educación del alumnado sea efectiva.