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Volver a pensar: una técnica para docentes

Maria Pilar Garrido

Publicado el 03/09/2015 17:09

No cabe duda, y creo que la inmensa mayoría de las personas que lean este artículo también lo pueden volver a pensar, que la profesión de maestros o profesor es una de las menos reconocidas en todo el país y una de las más criticadas. Sobre todo los padres se muestran muy preocupados por  la actitud que tenga hacia su alumnado, el nivel de sus conocimientos y la claridad de sus explicaciones, en la idoneidad de sus recursos didácticos, de sus evaluaciones, etc.

Y podemos asegurar que en la mayoría de los casos, este profesional se desvive por sus pupilos, procurando siempre que tanto el contenido como el continente de su acción formativa sea tan bueno y profesional como confortable. El formador o formadora intenta pues cuidar de su alumnado.

Pero la pregunta es, ¿y quién cuida del formador? Los docentes también se encuentran con situaciones en las que su estado anímico puede desmejorar debido a problemas diarios o a la actitud que pueda presentar el alumnado.

José Luis Bimbela y Bibiana Navarro, psicólogos y formadores, publicaron un manual en el podemos encontrar varias técnicas y consejos para educar a los formadores, en habilidades emocionales para un correcto desarrollo de las clases.

Entre todas las técnicas que podemos encontrar en su manual, hoy destacamos la técnicas de “volver a pensar”, la cual consiste en modificar los pensamientos distorsionados o negativos en diferentes situaciones que se nos pueden presentar en un aula.

Esta técnica de volver a pensar se puede desglosar en cinco sencillos pasos:

  1. Describir la situación que genera malestar.
  2. Identificar emociones y sentimientos: ¿cómo me siento ante esta situación?
  3. Identificar nuestros pensamientos: ¿por qué me siento ansioso/a? ¿Qué pienso?...
  4. Detectar las posibles distorsiones: pensamientos anticipatorios improductivos, sobre generalizados y etiquetados.
  5. Volver a pensar. Volver a valorar la situación de una forma más objetiva y realista y menos distorsionada.

Un ejemplo de la técnica de volver a pensar seria, encontrarnos en la situación en la que tengamos un alumno que no muestra interés alguno por el tema que estamos tratando. Posiblemente, los docentes acaben cayendo en un estado de frustración y pensando qué hacen allí cuando ese alumno no tiene interés. Con dicha técnica de volver a pensar el docente tiene que ser capaz de reorganizar sus ideas y pensar de manera optimista, que el alumno mejorara conforme se profundice en la materia.

Uno de los mayores riesgos para la salud del docente es el burnout o síndrome de estar quemado, uno de los mayores problemas psicológicos a los que se puede enfrentar un docente de cualquier etapa o especialidad.

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