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Nos graduamos, somos maestros, ¿y ahora qué?

Asun Flores

Publicado el 22/02/2020 11:02

Hace un tiempo tuve la gran oportunidad y el gran honor de ser la madrina de una de las promociones de maestros que se graduaban en la Universidad de Castilla La Mancha, en el campus de Cuenca. Una madrina no es alguien que da un discurso y ya está. Debía mostrarles que ser maestro es algo más que impartir unos conocimientos y ya, no, debía transmitirles esa pasión, esa vocación, esas vivencias. Así fue…

Pues ya está, llegó el momento de la graduación. Lo habéis conseguido. Compañeros, maestros.

Aún recuerdo con emoción y nostalgia ese momento, con algunos cambios porque en mi época lo llamábamos PASO DEL ECUADOR y lo hacíamos en el 2º curso, y… cómo nos llamaban, cucharas, sí , porque al estar en 2º , en mitad del camino, ni cortábamos como cuchillos ni pinchábamos como tenedores…en fin ….

Ese momento de graduarse como maestros son momentos en los que se sienten una mezcla de emociones, alegría, nerviosismo, satisfacción.

Echando la vista hacia atrás y recordado cuándo empezó esa psicología del desarrollo, o esa organización del centro escolar, objetivos, contenidos, leyes, el TFG….

Pero comienza otro tramo más de ese viaje que empezó en vuestra época escolar, en el cole, en el instituto…

Ese viaje a Ítaca, esa Ítaca como maestros. Ese viaje que Ulises emprendió en La Odisea de Homero y que años después Constatino Kavafis nos refleja en este poema.

Cuando inicies tu viaje a Ítaca

Pide que el camino sea largo,

Lleno de aventuras, lleno de experiencias.

No temas a los Lestrigones, ni a los Cíclopes, ni al colérico Poseidón.

Ten siempre a Ítaca en tu pensamiento.

Tu llegada allí es tu destino.

Mas no apresures el viaje Y, atracar, viejo ya en la isla enriquecido de cuanto ganaste.

Sin aguardar a que Ítaca te enriquezca.

Ese viaje, ser maestro, sentirse maestro, y apasionarse como maestro. Este camino será largo, tan largo como deseéis vosotros, tan largo como la pasión, la vocación y el corazón os dejen. Viviréis como Ulises miles de aventuras y experiencias, os lo puedo asegurar. Cada día es una historia, cada día es una escena de esta maravillosa función.

Unas veces os preguntarán, seño, porque llevas anillo si no estás casada, o “seño, mira, mira, llevo las uñas pintadas como tú, o profe, ven , corre , mira , Carla está llorando,

_ ¿Qué te pasa Carla,?

_ Alex no me quiere ya …Unas veces seréis psicólogos, médicos, hermanos, amigas, confidentes, cómplices, atletas, organizadores, artesanos, pintores, detectives, elefantes, árboles, monos, … pero sobre todo un ser humano lleno de ilusión, amor y pasión por su trabajo.

Puede que aparezcan cíclopes como le ocurrió a Ulises, pero ahí está nuestro ímpetu, nuestro coraje, nuestras ganas de trabajar, nuestra pasión y nuestro corazón. Queridos graduados, os puedo asegurar que con el corazón se llega a todas partes. Si tocas su corazón, tocarás su mente y tened muy presente como dice el maestro Manuel Andrades, que lo afectivo es efectivo.

No apresuréis este viaje de ser maestro, vivid cada momento con vuestro alumnado, cada risa, cada lloro, cada enfado, porque sí, también hay enfados… Cada sensación y cada emoción vivirla con ellos y para ellos. Las emociones hay que sentirlas, el enfado, la alegría, la ira, la sorpresa, la tristeza, todas…No hay emociones buenas o malas, pueden ser agradables o desagradables o menos agradables. Todas las emociones se deben vivir, lo importante es identificarlas y saber gestionarlas.

¡Qué importante la educación emocional en la escuela! Nosotros seremos sus guías y les enseñaremos a vivirlas y sentirlas.

Hace unos días escuché a otro compañero decirle a un alumno, “no llores más, ya deja de llorar” . Por qué no puede seguir llorando. Enseñémosle a gestionar esa emoción. Cuesta, claro que cuesta, nos cuesta a los adultos así que imaginad a los niños o a los adolescentes…. Es muy importante escuchar, es más, es importante saber escuchar a nuestro alumno y …mirarlo, sí. La mirada, por una mirada, un mundo…Agáchate, ponte a su altura, míralo y escúchalo. Somos sus referentes, somos sus verdaderos “influencers”.

Los alumnos nos aprenden a nosotros. Somos sus guías, al igual que las familias, ¡qué importantes!. Familia y cole deben estar unidas, ambas tenemos el mismo objetivo, el desarrollo integral de los alumnos.

Uno de los días llegaba al cole y una de las nenas de 5 años me dice a voz en grito: _

“Asun, seño Asunn, señoooo”, miro hacia atrás, digo qué pasa, "¿qué pasa Ana?". Sus manos indicaron sus piernecitas, ".

Miré y dije: _“Anda Ana, qué chulada.”

_“Seño,¿ te gustan mis calentadores nuevos?, me preguntó muy ilusionada.

_”Son preciosos Ana, como tú”, le contesté.

A los dos días, fue Tania, Lucía, Elsa, Paula…con calentadores en sus piernas. ¿Sabéis porque llevaban calentadores? Ese año la seño Asun era la encargada de impartir psicomotricidad a todo el ciclo de educación infantil. La seño Asun llevaba calentadores todos los días…

Te aprende a ti. Se convierten en el reflejo de lo que tú eres. Por eso los momentos emocionales que se viva en la infancia y en la adolescencia van a repercutir en el resto de sus vidas.

Ya lo decía Aristóteles, “educar la mente, sin educar el corazón no es educar en absoluto”.

Cuenta la leyenda que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: -¿jugamos al escondite? La INTRIGA levantó la cara intrigada, y la CURIOSIDAD sin poder contenerse preguntó: - ¿al escondite? ¿Y cómo es eso?

-Es un juego- explicó la LOCURA - en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.

El ENTUSIASMO y la EUFORIA estaban encantadísimos. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse; ¿Para qué? si al final siempre le fallaban y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no había sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse... Uno, dos, tres... comenzó a contar la LOCURA. La primera en esconderse fue la PEREZA, que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿que si un lago cristalino? ¡Hay ideal para la BELLEZA!; ¿que sí la rendija de un árbol? ¡Perfecto para la TIMIDEZ! ; EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... eso sí, sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes, el OLVIDO... ¡se me olvidó donde se escondió!... pero no es lo importante. Cuando la LOCURA contaba 999999 el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido decidió esconderse entre sus flores. -¡Un millón!- contó la LOCURA y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Luego a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la ENVIDIA, y claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; él solito salió desesperado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco-iris... (¡mentira, sí ella estaba en el fondo del océano!), y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.

Pero solo el AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR, la LOCURA no sabía qué hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces el amor y la locura van juntos. ( https://lamenteesmaravillosa.com/la-hermosa-leyenda-sobre-el-origen-de-los-sentimientos/)

Compañeros maestros, con un poquito de locura, imaginación, magia y corazón nuestros alumnos nos recordarán por la persona que fuimos con ellos y por ellos. Siempre confiando en ellos y poniendo toda la pasión por lo que hacemos.

 

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