La Conselleria de Educación está estudiando la posibilidad de reducir las vacaciones de los alumnos a los meses de Julio y Agosto. Según explicaron fuentes de la Conselleria de Educación esta reforma afectaría en una primera fase a los alumnos de la ESO, aunque no se descarta hacerlo también en Primaria. Seria una forma de adaptarse a la ruta universitaria, teniendo en cuenta que la implantación del Plan Bolonia obliga a situar el inicio del curso académico en los primeros días de septiembre.

En cuanto a los exámenes extraordinarios de septiembre, la idea es trasladarlos en el caso de la ESO para que se celebren los últimos días de junio o los primeros de julio, se prescindiría así de una convocatoria que no ha dado resultado, puesto que apenas el 9% de los alumnos que se presentan en septiembre aprueban la asignatura.

El inconveniente puede estar en los recursos humanos necesarios para aplicar el cambio si se tiene en cuenta que el curso se alargara hasta en tres semanas. Sin embargo, los docentes tienen fijado por ley un horario lectivo que debe respetarse. En la actualidad, en la ESO está fijado en 20 horas semanales tras la aplicación del decreto estatal de abril. Es decir o se promueve una organización diferente a la actual o se necesitaría aumentar la contratación de personal docente, algo complicado ante la crítica situación económica.