¿Tiene algo que ver nuestra salud o nuestra esperanza de vida con el grado de educación hasta el que hayamos estudiado? Un estudio realizando en Estados Unidos afirma que si, señalando que muchas muertes prematuras se pueden atribuir a un bajo nivel educativo.

Las cifras resultantes de dicha investigación son bastantes relevantes, tanto que los investigadores han llegado a afirmar que la falta de educación puede llegar a ser tan dañina para nuestra salud como lo es el tabaco.

En dicho informe se afirma que si en 2010, los estudiantes que no habían terminado el instituto lo hubieran acabado, se podrían haber salvado 145.243 vidas, sacando dicha conclusión del cálculo resultantes entre el número de muertes entre personas que no habían finalizado el instituto y las muertes que se habían producido entre esas mismas personas  si tuvieran las mismas cifras de mortalidad que el grupo que si que había completado los estudios en el instituto aumentando así su esperanza de vida.

Es más que probable que muchos de estos casos sobre la relación entre una esperanza de vida baja con bajo o alto nivel educativo sea casual, pero bien es cierto que las personas que poseen un mayor nivel educativo son más propensos a tener los suficientes recursos como para tener unos comportamientos más saludables y vivir en una vida con menos estrés lo que hace que su cuerpo se resienta menos.

Por lo tanto, y según los datos obtenidos en dicho estudio, la educación nos hace más conocedores de los hábitos saludables que debemos seguir para que nuestro organismo envejezca más lento y por lo tanto vivamos mejor y con mayor esperanza de vida.

Y es que un poco de ejercicio físico diario (no hace falta volverse un auténtico runner, con andar unos minutos diariamente es suficiente) y con una alimentación sana y equilibrada podemos mejorar nuestra calidad de vida y evitar problemas serios que repercutan en nuestra salud.

Y tú, ¿crees en esta teoría que relaciona la salud y la esperanza de vida con la educación?