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¡ApoSTEMos por una educación diferente!

Elena Güemes

Publicado el 20/10/2021 10:10

¿Cómo es la sociedad actual? Tenemos que ser conscientes de que vivimos en un mundo globalizado que debe  actualizarse constantemente para poder adaptarse a los continuos cambios que se producen. La educación no puede quedar atrás en este aspecto y por eso, como consecuencia, es imprescindible llevar a cabo un nuevo enfoque educativo en el que los maestros seamos capaces de preparar y formar a futuros ciudadanos  para  dar  respuesta a las necesidades y las demandas que se les irán presentado a lo largo de sus vidas, sin olvidar nunca que nuestro objetivo primordial es conseguir el desarrollo personal y global de los alumnos en la sociedad.

Pero, ¿cómo podemos conseguir todo lo anterior? Claramente, no existe una única solución que dé respuesta al objetivo planteado; sin embargo, a través de pequeños gestos y acciones podremos cambiar progresivamente el modelo educativo actual hacia uno que permita ciudadanos realmente adaptados a la sociedad en la que viven: la Educación STEM.

¿Qué es la Educación STEM? Sin duda, esta fue la primera pregunta que me realicé cuando escuché por primera vez este término. Lo cierto es que, hoy en día, STEM es una palabra que está muy de moda y su uso en el ámbito educativo es muy frecuente. Sin embargo, es difícil asociarle un significado concreto ya que es muy amplio y engloba diferentes aspectos; entre otros, el desarrollo y fomento de distintas habilidades y competencias necesarias en el ciudadano del siglo XXI.  Este acrónimo hace referencia a Science, Technology, Engineering, Mathematics, por lo tanto, es un modelo educativo interdisciplinario que incluye varias áreas científico-matemáticas.

¿Por qué la Educación STEM? Cuántas veces hemos escuchado en diversos medios de comunicación que cada vez más las empresas requieren profesionales relacionados con estudios de ingeniería, tecnología, ciencias y/o matemáticas. Efectivamente, los perfiles STEM son los demandados hoy en día y sin duda, en el medio y largo plazo serán fundamentales. Es por este motivo por el que es imprescindible que desde edades tempranas se fomenten diferentes experiencias de aprendizaje STEM, a través de las cuales los alumnos sean capaces de desarrollar una serie de habilidades, aptitudes y competencias necesarias para el mundo incierto y cambiante que se encontrarán en el futuro. Dicho con otras palabras, tenemos que llevar a cabo una educación que permita un desarrollo competencial que enriquezca a todos los ciudadanos de esta sociedad tecnológica. Un ciudadano competente del siglo XXI precisa tener una serie de conocimientos cognitivos, habilidades y características intrapersonales e interpersonales que apoyen un aprendizaje más profundo y transferible, es decir, que sean personas culturalmente abiertas, cognitivamente flexibles y capaces de trabajar de manera colaborativa con los demás.

¿Cómo llevamos los docentes a la práctica la Educación STEM? Una vez explicados el contexto actual y el motivo por el que es necesario realizar un cambio en el modelo educativo, así como una de las posibles soluciones, la Educación STEM; es necesario describir cómo las personas que estamos implicadas en el mundo educativo ponemos en marcha un modelo educativo que permita conseguir que el proceso de enseñanza-aprendizaje competencial se trabaje desde todas las áreas de conocimiento.

En primer lugar, hay que dejar a un lado el perfil del profesor tradicional y apostar por uno donde el maestro sea el guía y acompañante del alumnado, para desarrollar proyectos que partan de los intereses y motivaciones de los estudiantes, teniendo en cuenta los cambios y transformaciones que se van produciendo. De este modo, el alumno es el protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje asumiendo un rol activo que le permite aumentar su curiosidad por lo que aprende y su motivación.

En segundo lugar, es imprescindible que los profesores estemos formados en las áreas STEM, es decir, debemos poseer el conocimiento específico del tema, contar con la confianza y la capacidad de poder enseñarlas de manera adecuada, dejando a un lado la idea de que los maestros somos los encargados de dar las respuestas a las cuestiones planteadas por el alumnado. De este modo, permitiremos que los alumnos sean capaces de establecer conexiones entre las materias a través de actividades integradas donde la realización de preguntas por parte del docente estará a la orden del día.

En tercer y último lugar, los educadores tenemos que ser capaces de soñar e imaginarnos cómo debería ser el docente del futuro. Esto implica definir los recursos, las herramientas, las habilidades y las estrategias que queremos tener para poder dar respuesta a los desafíos que se nos van a ir presentando. En todo lo anterior hay que tener en cuenta siempre nuestra pasión por la enseñanza y tenemos que ser conscientes de que, en este largo camino, encontraremos diferentes obstáculos que progresivamente iremos superando, sabiendo que no estamos solos y que nos respalda y nos ayuda una gran comunidad educativa.   

¿Qué conclusión podemos extraer de todo lo leído? Hasta hace no mucho tiempo, las diferentes asignaturas curriculares se consideraban cajones estancos e independientes. Sin embargo, debido a la nueva situación en la que vivimos, es necesario que nuestros alumnos sepan realizar conexiones entre las materias, pudiendo tener en consecuencia un aprendizaje mucho más significativo y completo. Aunque es cierto que existen diversas maneras de conseguir lo anterior, la Educación STEM es una de ellas porque trata de englobar distintas áreas del ámbito científico-matemático.

Además, como se ha ido mencionando, es importante destacar la idea de que los docentes somos los encargados de planificar y guiar el proceso de Educación STEM, diseñando los talleres, actividades y recursos necesarios, sabiendo que el alumno es siempre el protagonista de enseñanza-aprendizaje. En definitiva, la Educación Primaria es fundamental porque es un periodo clave en el aprendizaje futuro y en el desarrollo propio del alumno no solo desde el punto de vista cognitivo, sino también a nivel social y afectivo. De este modo, es necesario intervenir desde edades tempranas con el desarrollo de una formación que sepa dar respuesta a las necesidades del alumnado y del mundo en el que viven: la educación STEM.

 

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